Un obispo se opone a las bailantas

El obispo de Concepción, monseñor Witte, criticó con dureza a las bailantas que cada fin de semana convocan a multitudes en el sur de la provincia de Tucumán y reclamó a las autoridades la "urgente" clausura de estos "centros de perversión".
Tras sentenciar que "callar sería una nueva forma de obediencia debida", aseguró que en esos sitios se está "envenenando impunemente la flor y nata de la juventud". Advirtió, asimismo, sobre "las prácticas escandalosas" que las bailantas promueven en "nuestros pueblos y ciudades, acarreando la innegable fuerza destructora de toda ética, moral y salud de nuestra juventud y adolescencia".
En un mensaje a la comunidad del sur tucumano, el prelado calificó como "horrible" el entorno de estos lugares de diversión y subrayó que en esta zona se inició hace una década "una sigilosa globalización letal de las bailantas inmorales. Sorprendieron nuestras ciudades y hogares y siguen impunemente envenenando la flor y nata de nuestra juventud, mediante el alcoholismo, el sida, la droga y otros males", puntualizó.
Monseñor Witte instó también a los padres de familia a "cumplir su grave deber en defensa de sus hijos" e insistió en su pedido a las autoridades provinciales para que "apliquen la ley e instauren la civilización de la justicia, de dignidad y honestidad".