Roma. - El candidato conservador italiano, Silvio Berlusconi, describió ayer a su rival de centroizquierda, Francesco Rutelli, como un hombre atractivo sin personalidad, que está siendo usado por los comunistas en su ansia por ganar las elecciones para primer ministro. Rutelli respondió indicando que el multimillonario Berlusconi, presionado por solucionar un conflicto entre sus negocios e intereses políticos, justificó el jueves la evasión de impuestos en un discurso ante industriales en Roma.
En una entrevista con la radio estatal RAI, Berlusconi dijo que no aceptará el reto de la centroizquierda de ir a un debate televisivo con Rutelli antes de los comicios previstos para el 13 de mayo. En cambio, dijo estar preparado para enfrentar a Massimo D'Alema, presidente de Demócratas de la Izquierda, grupo ex comunista que constituye el mayor partido del bloque de centroizquierda que encabeza Rutelli. "He dicho que estoy listo -más que listo- para un careo con el verdadero líder de la izquierda, Massimo D'alema", dijo Berlusconi. "Pero D'Alema ha dicho que «no»".
Buena imagen
"Rutelli fue escogido por los comunistas para la campaña electoral porque tiene buena imagen para la televisión", dijo el magnate de la prensa, de 64 años. "Es una persona sin ninguna importancia ahora y nunca la tendrá en el futuro". Rutelli, de 46 años, se proyectó como figura en el Partido Radical antes de convertirse en alcalde de Roma por el Partido Verde en 1993. El hombre fue elegido candidato a primer ministro por la centroizquierda a finales del año pasado. Berlusconi es un multimillonario con dos matrimonios a cuestas y una presencia empresarial en una amplia gama de firmas italianas, desde la construcción y la televisión, hasta agencias de publicidad y el club de fútbol de AC Milan.
Considerado un orador experimentado, el multimillonario nunca deja pasar la oportunidad de atacar a Rutelli, quien esta vez prefirió ignorarlo y concentrarse en el discurso del dirigente ante los industriales.
En su alocución, Berlusconi defendió la decisión de mantener su compañía Finivest para usar firmas extranjeras con el fin de encontrar una manera de pagar la mejor tarifa tributaria en Europa. Sarcásticamente, Rutelli interpretó esa definición como "una brillante idea (de Berlusconi) de defender la evasión de impuestos". "Cada familia italiana pierde 2.300 dólares en evasión de impuestos cada año", dijo el dirigente del bloque de centroizquierda. "Ellos deben agradecerle eso a Berlusconi".
La Ciudad
