Lucas Ameriso
La Secretaría de Trabajo provincial decidió prorrogar por 15 días la conciliación obligatoria en el conflicto desatado en el transporte urbano de pasajeros. Pese a ello, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) -que exige 40 colectivos más en la calle- decidirá el próximo martes si acata la decisión de la cartera laboral o retoma su plan de lucha, que incluye otro paro total de actividades.
Las conversaciones entre todas las partes involucradas (UTA, empresarios y Municipalidad) se retomaron ayer. Tras varias horas de marchas y contramarchas, la delegada regional de la Secretaría de Trabajo, Gladys López, decretó una extensión por otros 15 días de la conciliación obligatoria, medida que había comenzado el 10 de abril, fecha en que la UTA llevó adelante un paro de actividades por 24 horas.
"En esta reunión los empresarios ratificaron el compromiso asumido ante la Municipalidad de agregar 28 unidades a la flota actual de coches con un plazo de 30 días. Luego dentro de dos meses se volverán a realizar inspecciones arriba de los colectivos ya sea del Ejecutivo como de funcionarios de Trabajo", resumió López.
Pero los esfuerzos de los transportistas aún no conforman a la UTA. Su secretario de organización, Daniel Molinaro, expresó a La Capital tras la reunión que "faltan en la calle alrededor de 30 a 40 unidades para llegar a las 600 que el intendente (Hermes) Binner se comprometió a poner a circular el 7 de diciembre pasado".
Este desfasaje para el gremialista significa "la posible perdida de 150 puestos de trabajo". Ante esta situación, el sindicato de los choferes decidirá el próximo martes en un plenario de delegados si acata la conciliación o profundiza su descontento con un paro en el transporte.
Molinaro graficó el panorama como "un poco complicado" e hizo énfasis en las inspecciones realizadas al servicio por parte de inspectores de Trabajo, "en donde de 15 colectivos verificados, 13 están inhabilitados para circular". Es más, aseguró que "el 90 por ciento de los coches no está en condiciones de circular".
A su turno, el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, pronosticó: "No creo que haya ninguna medida de fuerza, porque no existe actualmente una situación de extrema gravedad que pueda dejar a los rosarinos a pie". Y en cuanto a la preocupación de la UTA acerca de la cantidad de colectivos que circulan, Lifschitz apuntó: "Estamos más interesados que ellos en que se cumplan los objetivos de mejoras, pero todo es gradual y no abrupto".
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La Ciudad
