De Mendiguren dijo que existe una fuerte sobrevaluación del peso, pero aclaró que devaluar el tipo de cambio nominal podría traer serios perjuicios a muchos sectores de la economía. "Cavallo dijo que en la medida que se demuestren problemas de competitividad se avanzará en refinanciación, tasas de interés para el sector, reducción de costos laborales y reconversión. Entendemos que por esta vía sectorial se puede mejorar el tipo de cambio real sin afectar el nominal", dijo el empresario.
-Hay una sensación de que los industriales creen que a largo plazo Argentina deberá devaluar. ¿Usted qué opina?
-Los industriales no sabemos cómo se resuelve el problema de tipo de cambio que tiene la Argentina. No somos economistas. Somos empresarios que tenemos la obligación de competir. Pero si la Argentina no resuelve sus problemas de retraso cambiario será imposible solucionar sus problemas de competitividad. Por eso lo menos que pedimos es que los técnicos quiten estos obstáculos. Lo que no pueden es pedirnos jugar al tenis con André Agassi, nos aten la mano a la espalda y nos pidan que ganemos el partido. Y cuando perdemos 6-0, 6-0, en vez de reconocer que tenemos la mano atada, nos dicen que las zapatillas no son adecuadas y que no nos entrenamos lo suficiente.
-¿En cuánto calculan la revaluación del peso?
-Cavallo la calculó en un 20 por ciento promedio. Lo compartimos. Sólo en el último año y medio la Argentina revaluó su moneda un 33 por ciento respecto de los países europeos. Pero no debido a su performance exitosa, sino al excelente comportamiento de la economía norteamericana. Ante esto no hay decisión que un industrial pueda tomar para equiparar semejante desequilibrio. Por eso Europa nos vende cosas que nunca podría habernos vendido, y dejamos de exportarle productos habituales. Que la Argentina hoy traiga choclo de Francia o puré de papas norteamericano refleja la revaluación y los subsidios agrícolas que se aplican en la Unión Europea y en Estados Unidos.
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La Ciudad
