Año CXXXIV
 Nº 49.094
Rosario,
sábado  21 de
abril de 2001
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En jaque. Negocian un encuentro con los banqueros para apagar el incendio
Los mercados meten más presión para torcerle el brazo a Cavallo
El riesgo país superó los mil puntos y la Bolsa cayó 6,27%. El ministro podría anunciar un ajuste

Los renovados rumores sobre la cesación de pagos de la Argentina llevaron ayer el riesgo país por encima de los mil puntos y derrumbaron las cotizaciones de títulos públicos y privados. La presión del mercado al ministro Domingo Cavallo se expresó en una caída de 6,27% en la Bolsa de Comercio y una disparada de las tasas de interés. Anoche, mientras el presidente Fernando de la Rúa exhibía el respaldo del Banco Mundial, los principales banqueros del país gestionaban una reunión con el jefe del Palacio de Hacienda, que vuelve hoy de Londres. El jefe de Economía, que adelantó su intención de recortar funciones al Banco Central, prepara nuevos anuncios para el fin de semana, entre los que no se descarta un ajuste fiscal.
"El mercado, como terminó hoy, no puede seguir", dijo el vocero de un banco internacional que anoche participaba de las negociaciones con la gente de Economía.
Los principales referentes financieros quieren reunirse con el ministro para reclamarle un ajuste fiscal y lograr una tregua entre Cavallo y el titular del Central, Pedro Pou.
En este clima enrarecido, el ex presidente Carlos Menem no se privó de meter la cuchara y advirtió que el plan económico del gobierno conduce a la devaluación, por lo que recomendó a la gente, comprar dólares.

Jornada negra
El presidente Fernando de la Rúa, el secretario de Finanzas, Daniel Marx, y el propio Cavallo, debieron salir a aclarar ayer que no hay posibilidad de un default en Argentina. Ese miedo fue el disparador de una nueva jornada negra en los mercados, en la que los principales títulos públicos argentinos, incluidos los Brady, cayeran a niveles del 4%. Ese movimiento impulsó el riesgo país, que cerró en 1.046 puntos, un nivel propio de las peores épocas de la crisis política.
La ola vendedora, que también golpeó a Brasil, se expresó en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires con una caída del 6,27% sustentada en un volumen de negocios de 63 millones de pesos, lo cual indica que no hubo interés en defender los precios. La tasa interbancaria llegó a ubicarse a media jornada en el 30% anual, aunque luego se redujo al 13%.
En sus oficinas de Buenos Aires, San Pablo o Wall Street, los operadores a los que Cavallo mandó un día antes al psiquiatra, daban la misma explicación: hasta ahora el ministro no presentó un plan económico que les asegure a los inversores que Argentina pagará sus deudas. Esto quiere decir que quieren oír hablar menos de la flexibilización de la convertibilidad y más de ajuste fiscal.
En ayuda del gobierno salió anoche el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, quien anunció que en las próximas dos semanas se adelantará uno de los desembolsos previstos en el programa de blindaje financiero.
Más allá de la desconfianza en los mercados internacionales, en el Ministerio de Economía sospechan que el fin de la luna de miel de Cavallo con los inversores está originado en disputas domésticas. El ministro había asegurado hace unas semanas que no buscaría plata en el exterior y que buscaría créditos en el mercado interno para garantizar la solvencia financiera.
En el medio, presionó para bajar el nivel de los encajes del Banco Central. Esto fue resistido por Pou y distintos bancos, que incluso se resisten a suscribir la emisión de títulos que propuso el gobierno por unos 3.000 millones.
Esta pulseada enrareció el clima financiero y originó una caída de todos los indicadores bursátiles y financieros desde el jueves pasado, cuando Cavallo acusó de miopes a los mercados. Ayer, desde Londres, donde participó de la reunión del Grupo de los 30, el ministro subió la apuesta: dijo que estudiaría una reforma al sistema de regulación monetaria similar a la que se hizo en Inglaterra, donde la supervisión del sistema financiero se sacó de la órbita del Banco Central y se derivó a una agencia especial del gobierno.
A poco de conocerse esas declaraciones, las autoridades del organismo monetario protagonizaron una curiosa medida. Pidieron a los medios anular un comunicado emitido en horas de la tarde, en el cual se señalaba que están analizaron la reducción de los requisitos de liquidez sobre cuentas corrientes y cajas de ahorro, aumentando la exigencia sobre depósitos a plazo fijo.
Fuentes del Palacio de Hacienda aseguraron a última hora de la noche que seguramente durante el fin de semana, cuando se reúna Cavallo con los banqueros, "habrá algún tipo de anuncio". Desde el sector financiero especulan con un ajuste.



La pelea de Cavallo con los mercados se expresó en un nuevo derrumbre bursátil.
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