Una vez más, inspectores municipales y policías ocupan el banquillo de los acusados: en esta oportunidad, son los integrantes de la Cámara de Alojamientos y Afines del Litoral (con sede en San Luis 1655) quienes los involucran en el cobro de coimas. La entidad que agrupa a los moteles habilitados en Rosario denunció ante La Capital que "más de cincuenta hoteles de la ciudad trabajan como alojamientos por hora a cambio de un pago a la policía". La cuota, según la cámara de moteles, es de "500 a 3 mil pesos mensuales, pero la cifra depende del negociador".
El escándalo sobre los supuestos pedidos de coima por parte de empleados municipales y policías salió a la luz luego de que un grupo de bolicheros y dueños de bares de la ciudad denunciara los mecanismos de recaudación ilegal a los que deben aportar para poder funcionar. La Justicia procesó días atrás a tres agentes municipales por este tema, mientras que abrió otra causa para investigar el capítulo policial.
Ahora quienes denuncian estos hechos son los alojamientos por hora legalmente habilitados, que dicen sufrir una verdadera competencia desleal de muchos hoteles.
Según detallaron, el modus operandi de estos inspectores municipales y policías es similar al que desempeñan los que visitan los boliches y bares nocturnos. "El día que uno de estos hoteles no le da la cometa al inspector, a Moralidad o a quien sea, se paran en la puerta, les piden documentos a las parejas que salen y las aprietan", acusó la cámara que nuclea a los albergues transitorios, quienes prefirieron identificarse como entidad y no por sus nombres.
Registrarse: una obligación
Los dueños de moteles precisaron que una de las obligaciones de los hoteles es llevar un registro de los pasajeros y tener una identificación de cada visitante. De este requisito están eximidos los albergues transitorios, pero esto tiene su costo: la gravación impositiva que soportan los moteles es mucho más pesada que la que tienen los hoteles.
"Como los hoteles funcionan clandestinamente como alojamiento por hora no piden ninguna documentación. Antes agarraban cualquier nombre de la guía telefónica y los anotaban en el libro de clientes, pero ahora no se toman ni siquiera ese trabajo".
"Pagamos a la provincia el 15 por ciento de la recaudación mensual en concepto de ingresos brutos, mientras que los hoteles abonan sólo el 3,5 por ciento", detallaron desde la cámara, para argumentar la competencia desleal. Además agregaron: "Tenemos que abonar casi 57 pesos por habitación por mes de tasa municipal de derecho de registro e inspección, mientras que los hoteles aportan sólo el 6,5 por ciento de sus ingresos mensuales".
Según revelaron los integrantes del sector, la zona de la Terminal de Omnibus Mariano Moreno es "el foco de la ilegalidad" de este tipo de hoteles, a la que se agrega el barrio Hospitales, y cuadras del centro como Mitre entre Rioja y San Luis, y la zona norte de la ciudad.
La ubicación geográfica es uno de los factores que determina la suma de dinero que los clandestinos deben pagar en concepto de coimas -según los denunciantes- para poder funcionar: "Para poder recibir la habilitación, los albergues por hora tienen que estar a una distancia mínima de escuelas, avenidas, parques y geriátricos, mientras que los hoteles pueden estar en cualquier parte", manifestaron. Al tiempo que agregaron: "Ahí está una de las razones por la cual tienen que arreglar con el inspector municipal, porque si no, lo tienen que clausurar".
"Los hoteles florecen como hongos"
Los integrantes de la cámara no saben exactamente cuántos hoteles funcionan en la clandestinidad como moteles, pero aseguran que "son más de cincuenta y que florecen como hongos". "Los moteles no podemos sacarles a los hoteles los turistas, pero ellos sí trabajan clandestinamente con parejas", se quejaron.
Si bien los dueños de los moteles habilitados aseguran que los hoteles ilegales pagan coimas, no precisan quiénes las cobran (hablan de "inspectores municipales" y "policías") ni el monto: "La suma depende de cómo negocian. Pero algunos pagan 500 pesos, otros 800, 2 mil o 3 mil pesos. La historia es que nadie sabe cuánto paga uno y cuánto el otro" dicen. Además, agregaron que "hay tipos que son blandos y pagan más, mientras que otros se ponen duros y entregan menos".
"Es un negocio para la policía, es un negocio para los inspectores municipales. En definitiva, es un negocio para todos aquellos que merodean este tipo de negocios", denunciaron desde la cámara empresaria.
A pesar de tener que pagar el doble de dinero en impuestos, los precios de las habitaciones en los alojamientos por hora no varían demasiado de los truchos. El uso de la pieza cuesta entre 15 y 30 pesos por un turno de dos horas, tanto en los clandestinos como en los habilitados. "No podemos cobrar más caro porque nos mata la competencia trucha", protestaron.
La Ciudad
