Año 49.074
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  01 de
abril de 2001
Min 18º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La vida pública y privada de los maestros Piñera y Lezama Lima

Reinaldo Arenas tuvo dos maestros en Cuba, a quienes conoció después de la publicación de su primera novela, "Celestino antes del alba". Fueron Virgilio Piñera y José Lezama Lima.
El primero fue fundamental para la escritura de Arenas. Piñera felicitó al joven por "El mundo alucinante", pero le dijo que tenía que pulirla para que la obra alcanzase su perfección. No fue un maestro que se desentendiese sino que se comprometió y durante mucho tiempo todos los días se reunían a las siete de la mañana para trabajar en la obra.
Arenas recordaba así esas mañanas de trabajo: "Lo primero que me dijo cuando comenzamos fue: «No creas que hago esto por algún interés sexual; lo hago por pura honestidad intelectual. Tú has escrito una buena novela, pero hay algunas cosas que hay que arreglar»".
De Lezama Lima lo fascinó su cultura y su sencillez, sin nada de ostentación. La literatura, sostenía Arenas, era la vida de Lezama, algo a lo que se aferraba para no morirse.
La reverencia literaria de Arenas ante los maestros no es fría y pretende dar una imagen completa de la vida y la obra de esos dos escritores. Así cuenta una aventura erótica de Lezama y Piñera y sus gustos en materia de hombres: "A Virgilio le gustaban los hombres rudos, los negros, los camioneros, mientras que Lezama tenía preferencias helénicas... En cierta ocasión Lezama y Virgilio coincidieron en una especie de prostíbulo para hombres que había en La Habana Vieja y Lezama le dijo a Virgilio: «Así que vienes tras la caza del jabalí». Y Virgilio le contestó: «No, he venido, simplemente, a singar con un negro»".
Los enemigos de Arenas fueron los escritores obsecuentes del régimen, como Cintio Vitier y Fina García Marruz.



El cubano Reinaldo Arenas.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
De la pantalla grande al fondo de la biblioteca
Diario La Capital todos los derechos reservados