Año CXXXIV
 Nº 49.073
Rosario,
sábado  31 de
marzo de 2001
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Etchecolatz: "Sólo combatí al enemigo demoníaco que fue la subversión marxista"
El ex represor fue repudiado a la salida de los Tribunales. Declaró en el juicio que se le sigue por amenazas

"Lo único que hice fue combatir a ese enemigo demoníaco que fue la subversión marxista", fue la frase rescatada ayer de la época de la dictadura militar por el ex comisario bonaerense Miguel Etchecolatz, para defenderse en la primera jornada del juicio al que es sometido por "amenaza de muerte e intimidación pública" a jóvenes que lo repudiaron en una plaza porteña en 1999.
"Yo defendía a la Patria contra esa manga de vandálicos que quisieron poner la bandera roja en el país", dijo ayer Etchecolatz, director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y lugarteniente del jefe de esa fuerza durante la dictadura, Ramón Camps.
"Fui objeto de agresiones y vejámenes", dijo Etchecolatz al recordar que los jóvenes que lo insultaron y repudiaron por su pasado de represor lo "bombardearon" con huevos, a tal punto que -dijo- "parecía un panqueque".
El ex comisario dijo que la extracción de un arma de entre sus ropas y su exhibición de manera amenazante ante los jóvenes que lo insultaban "era el único recurso que tenía" para defenderse.
Al salir del juzgado, Etchecolatz fue abucheado e insultado y tuvo que ser conducido a través de un apretado cordón policial hasta un taxi que lo sacó de entre decenas de personas que lo repudiaban.
Etchecolatz buscó desviar el eje de la acusación y teñirlo políticamente: pidió que fuera desalojado de la sala el diputado socialista Alfredo Bravo (quien le ganó un juicio por el que está condenado a tres años de prisión en suspenso) y que dos Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, entre ellas Nora Cortiñas, se quitaran el pañuelo blanco de sus cabezas.
El juez Faciutto rechazó ambos pedidos, con un argumento que expresó en tono sereno pero firme: "Este es un juicio público".
"Lo único que quieren es que yo vaya preso", se quejó, aludiendo a la complicada situación judicial por la que atraviesa, ya que en caso de tener un fallo adverso, cualquiera sea la pena, deberá ir a la cárcel, aunque en virtud de su edad, 71 años, podría pedir el beneficio del arresto domiciliario.
El juicio pasó a cuarto intermedio hasta el próximo viernes por la mañana.



Etchecolatz fue insultado frente al juzgado.
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