Año CXXXIV
 Nº 49.073
Rosario,
sábado  31 de
marzo de 2001
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La reina Beatriz hizo el anuncio oficial. No se descarta aguda polémica
El príncipe de Holanda formalizó su compromiso con una argentina
Máxima Zorreguieta, de 30 años, tuvo que sortear el hecho de ser hija de un funcionario del proceso

Edgar Denter

El heredero al trono de Holanda, el príncipe Guillermo Alejandro, de 33 años, se comprometió ayer en La Haya con la argentina Máxima Zorreguieta, de 30 años. La pareja fue presentada ayer en sociedad por la reina Beatriz y su esposo, en una emisión televisiva. El primer ministro holandés, Wim Kok, dijo que la boda se celebrará el año que viene, y agregó que el padre de la novia, Jorge Zorreguieta, renunció a estar presente en el casamiento.
Kok indicó que Zorreguieta tomó esta decisión para no dificultarle a su hija el comienzo en su nuevo hogar, refiriéndose a su pasado político. Entre 1979 y 1982, el padre de Máxima fue secretario de Agricultura y Ganadería de la junta militar que gobernó durante la dictadura militar argentina, a la que se responsabiliza de la muerte de decenas de miles de opositores políticos.
Entretanto, caras sonrientes y besos ante las cámaras parecían reflejar un compromiso sin preocupaciones en la Casa Real de Holanda. La reina besó a la pareja y el príncipe Claus aceptó en la familia formal y cariñosamente a su futura nuera.
La sonriente argentina agradeció en un fluido holandés y el príncipe Alejandro Guillermo expresó su alegría y su amor por la novia sosteniéndole la mano.

Un camino muy difícil
Pero recién más tarde se supo que hubo que recorrer un camino muy difícil antes de llegar al compromiso, según las palabras de Kok. El jefe de gobierno holandés -que según la Constitución de ese país es políticamente responsable por la Casa Real- tuvo mucho trabajo.
Entretanto, Kok se tomó la crítica con seriedad. Ya el año pasado había discutido sobre el tema con el príncipe heredero y había consultado a un experto para pedirle su opinión.
Finalmente presentó el resultado en una conferencia de prensa: Jorge Zorreguieta renunció a estar presente en la boda. Se obvió mencionar si al padre le resultó fácil o difícil tomar esta decisión que afecta a la benjamina de su segundo matrimonio.
Pero en la Casa Real de Holanda ya están acostumbrados al revuelo político cuando se trata del matrimonio de sus futuros monarcas.
Así fue cuando en 1936 la princesa Juliana se comprometió con el aristócrata alemán Bernhard zur Lippe Biesterfeld. Y cuando en 1966 la hija mayor de la reina, la princesa Beatriz, contrajo matrimonio con el diplomático alemán Claus von Amsberg, se lanzaron bombas de humo contra el carruaje de la pareja nupcial.
Ahora, con el príncipe heredero Guillermo Alejandro, la situación no ha mejorado. El primer heredero masculino al trono holandés en más de 100 años guardaba silencio desde hacía meses mientras veía cómo su elección de la argentina Máxima Zorreguieta levantaba ampollas políticas.
Pero al contrario que en las otras generaciones, en esta ocasión no es el elegido mismo lo que figura en el centro de la polémica, sino su familia.
En aquella época, los holandeses mantenían activas relaciones comerciales con Argentina. Pero hoy los políticos en La Haya temen dañar su monarquía constitucional si un miembro del gobierno argentino de entonces se acerca demasiado al trono holandés. Por ello se exige también que el padre de la novia no asista a la boda de su hija.
Hace dos semanas, el congreso del socialdemócrata Partido de los Trabajadores (PVDA) pudo eludir este delicado tema. Con ello, el principal partido del gobierno de coalición evitó pronunciarse demasiado pronto. Mientras, se iban moviendo los hilos entre bambalinas.
Al anunciar los medios holandeses ayer que el compromiso del heredero con Máxima era inminente, señalaron asimismo una urgencia no prevista. En un principio no estaba planeado anunciar ahora la boda del heredero, pero al parecer la presión en la olla política ya no podía ser reprimida por más tiempo. Las exigencias de claridad y posicionamiento han sido demasiado fuertes, según se desprende de círculos políticos en la capital holandesa.



La pareja posan para los fotógrafos luego del anuncio oficial.
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