Año CXXXIV
 Nº 49.018
Rosario,
domingo  04 de
febrero de 2001
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Gitanos en Rosario. De la India y por el mundo arrastrando viejas tradiciones
Un pueblo que vivió largos años de persecuciones y nomadismo
Se calcula que en la Argentina son unos 100 mil. Llegaron en la época de la Colonia, provenientes de España

Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que los gitanos suman en todo el mundo unos 12 o 13 millones de personas. De ellas, 8 millones viven en Europa y cerca de 100 mil son las que se estima habitan la Argentina. En el país sus campamentos se extendieron en distintas localidades de la provincia de Buenos Aires y ciudades Córdoba, San Luis, Chaco y Rosario.
Su origen se remonta al centro de la India, de donde, llevados por un irrefrenable espíritu nómade, se fueron desplazando hasta llegar a Cachemira. Hacia el 900 antes de Cristo empezaron su más larga diáspora, que los llevó primero hasta Egipto -de allí su nombre de "egipcianos", "egitanos" y finalmente "gitanos"- y más tarde hasta Europa. La mayor parte de la población se radicó en la península balcánica, donde se convirtió al catolicismo.
Tanta dispersión fragmentó su lengua original y así fueron adoptando y transformando otros idiomas, de los cuales el caló y el romaní quedaron como los más conocidos.
Precisamente este último es el que la comunidad habla en la Argentina. Muchas veces los propios gitanos le llaman sencillamente "húngaro", y otras "romanés".
Se cree que el primer desembarco gitano en el país fue en tiempos de la Colonia, aproximadamente en el año 1539, en forma simultánea con Brasil y el Caribe.
Esos primeros grupos arribaron desde España, pero años más tarde, por problemas de persecución, lo hicieron vía Puerto Rico desde Bosnia -uno de los Estados yugoslavos por esa época bajo principado rumano-. Los otros dos grupos fueron de procedencia rusa y griega.
Aunque durante siglos la preservación de las tradiciones y la lengua fue celosa entre los gitanos y contribuyó al reforzamiento de su identidad cultural, se cree que el genocidio que padecieron durante el régimen nazi aceleró los cambios en la comunidad.
Por lo menos 500 mil gitanos fueron asesinados por las filas de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Un genocidio que podría pensarse proporcionalmente tan grande como el sufrido por el pueblo judío. Sin embargo, Alemania tardó largos años en reconocerlos como víctimas.
El fin de la guerra de Kosovo puso otra vez a los gitanos en el centro de la polémica. A poco tiempo de regresar a sus hogares, los albanokosovares los acusaron de haber colaborado con lo serbios y propusieron su expulsión.
Así, la errancia gitana parece lejos de encontrar un destino, y continúa reviviendo sus largos años de persecución y nomadismo.


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