Año CXXXIV
 Nº 48990
Rosario,
domingo  07 de
enero de 2001
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Camino al Champaqui
Dos recorridos impactantes desde Yacanto

Yacanto es uno de los circuitos más interesantes que ofrece el valle de Calamuchita partiendo desde Santa Rosa. A sólo 30 kilómetros al oeste, por ruta pavimentada, se puede llegar a este lugar que presenta un balcón desde donde se observa una impresionante vista de las serranías, con el cerro Champaquí en el horizonte.
Desde Yacanto de pueden iniciar dos recorridos igualmente impactantes: hacia el norte a Altos de San Miguel, y al sur a Pinar de los Ríos. En el primero, de unos siete kilómetros, se llega por camino de ripio en buen estado a una estancia con balneario, desde donde se puede ir a pie hasta la unión de los ríos San Miguel y Tabaquillos. Ahí nace el río Santa Rosa. El trayecto es relativamente corto, insume pocos minutos y puede cubrirse en automóvil, aunque es preferible hacerlo en camioneta 4x4. Las alternativas que brinda este lugar son muchas: cabalgar, hacer caminatas, disfrutar del río, el sol y la naturaleza, todo ello en medio del cordón de las Sierras Grandes. El paisaje está formado por los típicos espinillos e imponentes pinares en forma de bosques, que dan al ondulado terreno distintas tonalidades de color verde.
En el segundo caso se llega, también por camino de ripio de casi 14 kilómetros, hasta la estancia La Florida, que ofrece alojamiento todo el año y el servicio gastronómico es atendido por sus dueños, ubicada sobre el río Durazno, un lugar ideal para la pesca de truchas con mosca, siempre respetando la ley que regula la práctica de este deporte.
El establecimiento está en manos de la familia Vélez desde 1918. En 1932, José Benildo Vélez dispuso la construcción de un camino para poder llegar hasta allí con vehículos a motor, una idea que despertó asombro cuando se supo que había que hacerlo a pico y pala, una tarea que demandó casi cuatro años y que permitió la instalación de un almacén de ramos generales, lugar en el que hoy funciona el comedor de la casa. El camino hasta La Florida se desarrolla por cumbres bajas y, a diferencia de otros, deja observar paisajes de las Sierras Grandes a ambos lados.
El Durazno también es un paraje rodeado de pinares, con un clima seco y límpida atmósfera. El río homónimo, de aguas sumamente cristalinas, tiene playas de arena blanca rodeadas de montañas con exuberante vegetación.
M.A.M.


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