El presidente Fernando de la Rúa firmó el decreto declarando zona de desastre por el término de 180 días a los distritos de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Córdoba que fueron afectados por las inundaciones. La medida, que entre otras cosas permite la prórroga de los vencimientos impositivos y de deudas con el Banco Nación es un paliativo para los productores de la provincia afectados por los desastres climáticos de la última semana.
El secretario de Agricultura de Santa Fe, Oscar Alloatti, realizó un panorama de la situación en los distritos afectados en la provincia por distintas contingencias.
Respecto de la situación en las zonas de General López afectadas por el desborde de La Picasa, recordó que a principios de esta semana el titular de la cartera agropecuaria nacional, Antonio Berhongaray, y el ministro de la Producción local, Miguel Paulón, entregaron créditos hasta 10 mil pesos a 87 productores para recomposición ganadera. En el mismo encuentro se discutió la conformación de un comité interprovincial de la cuenca, con la participación de La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, para encarar una solución definitiva a este problema crónico.
En otras localidades del mismo departamento, especialmente San Eduardo y Maggiolo, Alloatti explicó que la afectación está dada por un exceso de precipitaciones y ascenso de la napa freática. Eso ha afectado partes de los campos y, sobre todo, están preocupando los caminos, que en muchos lugares están cubiertos por el agua. A unos 15 días del comienzo de la cosecha de trigo se están tratando de recuperar los caminos para poder sacar la producción.
Para eso la provincia mandó más equipos y 100 mil pesos para los gastos de funcionamiento, explicó. En cuanto a la situación de los campos, señaló que las partes más bajas tienen problemas, el trigo está en la etapa final del secado y, si baja el agua, en breve se entrará a cosechar donde haya piso. En muchos lugares los productores se verán obligados a resembrar la soja de primera, situación que contrasta con el muy buen desarrollo del maíz.
En general, los problemas de falta de piso provocados por el exceso de lluvias están afectando a todo el cultivo de trigo en la provincia, mientras que en el centro, donde en muchos casos ya ha comenzado la cosecha, se detectaron algunos problemas de fusarium. De todos modos no es la situación generalizada de hace 5 años atrás, ya que se han sembrado muchas variedades resistentes.
La tragedia
El mayor desastre es en la zona de Cañada de Gómez, afectada por la súbita y trágica inundación de la semana pasada. Quizás no sea una cifra muy grande respecto al total de la producción de la provincia es enorme para la gente que lo padeció, explicó Alloatti, quien señaló que la fuerza del agua arrastró directamente la tierra en una franja de 2 mil metros de ancho, con lo cual los tornó improductivos. En toda la cuenca del arroyo de Gómez hay afectadas en distinto grado entre 10 mil y 15 mil hectáreas.
Acá no sólo se trata del daño de una cosecha sino de que el agua arrastró la producción del campo, si se evalúan sólo las pérdidas de cosecha estamos hablando de una cifra cercana a los 3 millones de pesos, indicó.
La contrapartida de esta situación se da en la cuenca lechera, donde las fuertes lluvias derivaron en una producción altísima de pasto, el insumo más económico para la alimentación de los animales. La producción de leche sigue un 7% por debajo del año pasado pero muy por encima del 98 y el 97, señaló Alloatti, quien recordó que este año los tamberos reemplazaron insumos de alto costo con reservas de alfalfa del propio campo. Baja algo la productividad pero les baja mucho el costo por litro de leche producida, señaló.
Respecto de las zonas afectadas por problemas climáticos, el funcionario indicó que los seguros tomados por los productores están funcionando y señaló que la cobertura multirriesgo creció en esta campaña, aunque no llegó todavía a los niveles esperados. El multirriesgo individual crece poco pero es importante el de las proveedoras y el que va asociado al crédito, dijo.
La Ciudad
