Año CXXXIV
 Nº 48.945
Rosario,
miércoles  22 de
noviembre de 2000
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La agonía de un régimen. Era inminente la designación de Paniagua
El Congreso peruano, listo para destituir a Fujimori y gobernar el país
La oposición quería declarar la vacancia de la presidencia por inmoralidad, en lugar de aceptar la renuncia

Lima . - El jefe del Congreso peruano, el opositor Valentín Paniagua, se colocaba anoche a un paso de encabezar un gobierno de transición, mientras los legisladores realizaban un intenso debate para declarar inmoral al renunciante presidente Alberto Fujimori. Esta descalificación permitiría rechazar la renuncia enviada por Fujimori desde Japón y declarar la vacancia de la primera magistratura.
En una maratónica sesión, la mayoría de legisladores que participaron como oradores apoyaron destituir al mandatario en lugar de aceptar su dimisión, para poner fin a una década de gobierno de mano dura de Fujimori.
Es una vergüenza que todos estos años Fujimori halla protegido a Vladimiro Montesinos, el ex asesor de inteligencia y detonante de la crisis por un escándalo de corrupción, dijo el legislador opositor Luis Iberico.
Cometió el más grave pecado y fue el de meternos a nosotros en una quiebra moral, afirmó por su lado Jorge Del Castillo, en una sesión que se extendía por más de ocho horas de debate.
El Legislativo aceptó en la mañana de ayer la renuncia pendiente del primer vicepresidente, Francisco Tudela, dejando el camino abierto para que la oposición tome las riendas de este país de 25,6 millones de habitantes.
El Congreso tiene pendiente ahora tramitar la renuncia del segundo vicepresidente, Ricardo Márquez, el segundo en la sucesión de mando en Perú.
Al aprobar las renuncias del primer y segundo vicepresidentes, el liderazgo del gobierno recaerá en el jefe del Congreso, Paniagua, un opositor moderado del tradicional partido Acción Popular llegado al cargo la semana pasada.
Estados Unidos dijo ayer que no favorece a ningún candidato para suceder a Fujimori, aunque afirmó que todo indicaba que Paniagua, como presidente del Congreso, sería el encargado de encabezar un gobierno de transición hasta las elecciones de abril, cuando se elegirá un nuevo presidente que asumirá tres meses después.

Llantos fujimoristas
Si los legisladores aprobaban declarar la vacancia de la presidencia por incapacidad moral permanente, Fujimori recibirá la mayor humillación de su carrera. Sería por primera en la historia de Perú que un Congreso declara la vacancia del sillón presidencial.
Durante la sesión del Congreso, algunos legisladores mostraron sin embargo su lealtad al ex mandatario, e incluso hubo llantos en la defensa de su figura. No se puede admitir que por un error de un asesor del presidente o del mismo Fujimori se pida su vacancia, dijo a periodistas con lágrimas en sus ojos la legisladora María Espinoza.
Al declarar la vacancia, el parlamento buscaría que Fujimori no pueda postularse a cargo público alguno en los comicios generales de abril.
Fujimori envió el lunes desde Japón, la tierra de sus padres, su carta renuncia al Congreso tras verse asediado por el escándalo de corrupción que lo obligó en septiembre a recortar su tercer mandato consecutivo de cinco a apenas un año.
Mientras, desde Tokio, Fujimori dijo, en sus primeras declaraciones tras su dimisión, que lo sentía por la incertidumbre que causó su decisión.
El primer ministro, Federico Salas, declaró que ve difícil que Fujimori regrese al país porque tiene temores personales de acusaciones constitucionales, más aún ahora que la oposición comenzó a copar casi todas las instancias de poder.
Analistas opinaron que el mayor temor de Fujimori es enfrentar denuncias de complicidad con Montesinos, quien permanece oculto tras retornar hace cuatro semanas de Panamá, después de buscar infructuosamente asilo político en ese país.
Pero mientras la oposición sigue festejando la dimisión de Fujimori, los mercados financieros locales sufren aún los efectos negativos por la crisis del país, que se debate entre la pobreza y el desempleo.



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