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 domingo, 09 de septiembre de 2007  
Compraba una gaseosa y lo mataron de un tiro

Leo Graciarena / La Capital

Marcelo Martín Coria murió ayer a las 2.30 de la mañana tras ser baleado mientras comparaba gaseosas en un quiosco de Alice entre Lamadrid y Gutiérrez, en la zona sureste de la ciudad. Marcelito, como se lo reconocía en el Fonavi que allí se levanta, fue víctima de una lluvia de balas que partió de una pistola calibre 9 milímetros empuñada por un muchacho de 20 años que vive a metros de su casa. Al menos eso fue lo que apuntaron una y otra vez los vecinos del lugar.

   “El que disparó fue René. Estaba con Tapón y muy empastillado. Tiró al bulto desde unos 80 metros y le pudo pegar a cualquiera. Pero le pegó a Marcelito”, comentó Elvira, una indignada vecina.

   Hasta ayer, Marcelito vivía a metros del quiosco donde recibió un disparo mortal en la cintura y a dos cuadras de la seccional 11ª. Había ido hasta el comercio de Alice al 5000 para comprar dos gaseosas. En eso estaba cuando se escucharon los disparos. “Señora, me pegaron un tiro”, le dijo a la quiosquera mientras apoyaba los envases en la ventana antes de desplomarse. Un proyectil le había dado en la cadera, sobre el lado izquierdo.

   

Así no. “Así ya no se puede vivir más. Estos pibes ya pudrieron Tablada y ahora también quieren hacerlo con el Fonavi. Mataron a un pibe inocente, que no se metía con nadie y que era una buena persona. Ellos manejan el ojo por ojo y matan a un inocente. Así no”, relató una de las vecinas que acompañaba el reclamo. “Ponelo en el diario y que se enteren todos: el que tiró fue René, el hijo de Bolita. Y andaba con Tapón, el hermanastro de Torombolo”, dijo Elvira con un acabado conocimiento de los sobrenombres que pululan por el barrio sembrando el temor. Y dobló la apuesta: “Que ssalga en el diario porque sino voy a juntar cuatro o cinco vecinas y vamos a ir hasta el diario a protestar: ustedes los periodistas tienen que contar lo que pasa acá”, dijo la mujer poniendo entre interrogantes el accionar policial. “Lo único que quieren es la moneda, pero no al precio de la vida de un inocente”, dijo un vecino.

   La hoja de ruta marcada por los allegados al pibe muerto parece clara. René y Tapón salieron de una de las viviendas del Fonavi y unos metros antes de llegar a calle Gutiérrez, a metros de una pintada que dice “no te escondás para pintar”, el primero abrió fuego hacia calle Lamadrid. Una de las balas alcanzó a Marcelito, quien fue llevado en una ambulancia hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde murió pasadas las 2.30. Los demás proyectiles impactaron en un cantero y en varios árboles.

   “Se está investigando”, dijo una fuente policial antes de decir la frase de rigor utilizada en este tipo de casos: “La primera hipótesis es la del ajuste de cuentas”. Y contó que “se secuestraron nueve vainas servidas de 9 milímetros y algunos plomos. Algunos testimonios indican que después de los disparos se escuchó el escape de un auto”, precisó.



En llamas. El Fonavi de Alice y Lamadrid, en el barrio Esteban Echeverría, estaba que ardía ayer mientras velaban a Marcelito. “Era muy buen pibe. No tenía maldad. Fijate que tenía 26 años y todos le decían Marcelito. En plena madrugada el estaba comprando gaseosas”, comentó Fernando, uno de los ocho hermanos que lloran al muchacho muerto. “Vivía haciendo changas de electricidad. Era un pibe sano”, describió.

   Marcelito vivía en el Fonavi donde manda Newell’s Old Boys y la barra leprosa tiene importantes referentes. Y eso queda a las claras en las pintadas y los estandartes en rojo y negro que saturan el lugar.

   Sin embargo, cuentan que el pibe era de Independiente y que con la barra leprosa no tenía nada que ver. “Esto no es cuestión de barras. El crimen de Marcelito no tiene nada que ver con una pelea entre hinchas. ¿Quién dijo que el pibe es barra de Newell’s? ¿Sabés qué pasa? Que tiran que el pibe era barra para no investigar nada y dejar todo como está: mal”, comentó un vecino conocedor del barrio.

   Y envió un mensaje: “Acá hay códigos que se respetan y que se rompieron”. El homicidio es investigado por la jueza de Instrucción Roxana Bernardelli, la Brigada de Homicidios y la seccional 11ª.


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Al menos nueve balazos resonaron en el Fonavi de Alice y Lamadrid.

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