Central Córdoba igualó en su visita a Acassuso

Aníbal Fucaraccio / Ovación

Los charrúas no fallan. Andan derechos cuando cruzan las fronteras del Gabino. En lo que va del torneo siempre se trajeron puntos en sus excursiones y ese cartel de presentación los mantiene en el lote de los privilegiados de la divisional. Ayer no pudieron arrebatarles los tres puntos a Acassuso, pero el 0 a 0 multiplicó su valor cuando se conocieron los otros resultados. Central Córdoba sigue caminando con buen pie este campeonato y aunque todavía no encuentra suficiencia y regularidad en sus rendimientos, lo producido le alcanza para mantener en alto las motivaciones y para establecer apuestas de protagonismo de cara al futuro.

  El equipo de Forgués no jugó bien. Exhibió pinceladas de Bezombe, seguridad en Santilli y firmeza con los Del Bono. En casi todo el cotejo no tuvo posesión, fue dominado y sufrió mucho en la segunda etapa ante el quemero, un rival que sabe construir una fortaleza de local (13 sin caer y 1.212 minutos con la valla invicta).

  El gasto lo hizo Acassuso, siempre de la mano del Pájaro Figún y de la insistencia de Montenegro. Pero en los 45 iniciales desperdiciaba todo lo que insinuaba. En contrapartida, Córdoba fue menos pretencioso pero contó con las chances más claras, como un mano a mano que se perdió inexplicablemente Pierani, un tiro libre de Bezombe en el palo, y dos remates de Montedoro dentro del área.

  En el complemento todo fue de Acassuso: las intenciones, la pelota y las ocasiones de riesgo. El conjunto de De la Riva fue el protagonista en escena y se desvivió con movimientos sin claridad. Los charrúas no hacían pie en el terreno, ni siquiera con el ingreso de Liendo y Bertollo. El quemero era más y estuvo muy cerca de la conquista ya que le anularon un gol por un polémico offside, a los 67?, tras un tiro libre de Figún, un cabezazo de Montenegro y varios rebotes en las narices de Santilli.

  Sobre el final, Raschetti tuvo el tiro de gracia en una contra pero el balón se escapó besando el caño izquierdo. Igual el saldo fue positivo. Quedaba claro que Córdoba no se podía ir con las manos vacías. El equipo no conformó, fue superado pero se marchó con la valija llena de ilusiones. El empate le sentó bien. No quedaron dudas.