Primeros trazos. El gobernador electo proyecta fuertes cambios en el comienzo de su gestión

Binner apuesta a descentralizar la EPE y Aguas Santafesinas

Es una de las transformaciones que impulsa y que buscará consensuar con los trabajadores

La descentralización de Aguas Santafesinas y de la Empresa Provincial de la Energía es una de las transformaciones que el gobierno de Hermes Binner quiere concretar en la primera etapa de su gestión.

También se propone acercar a las comunas y municipalidades la decisión sobre la distribución de los cupos de construcción de viviendas, y eliminar entes gubernamentales como el Enress, que insume un presupuesto de 7 millones al año, y para el gobernador electo ya no tiene razón de ser después que el servicio de agua volvió a manos del Estado.

Esa parece ser la impronta que Binner le piensa imprimir a su gobierno: simplificar la burocracia y poner más cerca de la gente la solución de los problemas. Para eso, una de las decisiones que figuran en borrador es jerarquizar la atención de las cuestiones derivadas de la prestación de los servicios públicos básicos y no concentrar las decisiones en un solo nivel.

Y lo que determinará este criterio es el protagonismo que tienen las ciudades, por lo que se descuenta que al menos Rosario y Santa Fe tendrán estructuras descentralizadas a cargo de distintos funcionarios que se encargarán de atender la problemática de cada región, aunque a nivel provincial la empresa siga a cargo de una única conducción.

Esto vale tanto para la EPE como para Aguas, dos estructuras a las que Binner les asigna especial importancia. Tanto que considera tan relevante la elección de quienes se harán cargo de esas empresas como la de los nuevos ministros.



Por consenso. Un detalle importante es que estas ideas no bajarán por decreto, sino que van a ser consensuadas con los propios trabajadores de cada dependencia. Otra área que se beneficiará con este criterio de descentralización es Vivienda, donde se dará mayor participación a los municipios para que el reparto de planes no quede sólo en manos de la provincia. A la hora de la danza de nombres, el flamante gobernador parece estar más preocupado por llenar esos casilleros, al igual que el del Instituto Autárquico Provincial de Obras Sociales (Iapos), otro de los organismos que tienen que ver con mejorar la llegada de la acción de gobierno a la comunidad. Además de quiénes ocuparán los ministerios, Binner está pensando por estas horas en las segundas líneas de algunos sectores clave de la burocracia santafesina, a los que piensa darles mayor incidencia en el contacto cara a cara con los problemas. Por estos días, el gobernador electo desanda la primera semana de los casi cien días que restan hasta su asunción pensando en el armado de la grilla con sus principales colaboradores, que serán la columna vertebral de su gobierno.



Danza de nombres. En ese esquema hay algunos nombres que no van a faltar, entre ellos al menos dos ex secretarios de la época en que Binner fue intendente de Rosario.

Uno de ellos es Antonio Bonfatti, a quien se menciona para ocupar la cartera de Gobierno del futuro gobierno; y el otro es Angel Sciara, uno de los principales referentes del área de Hacienda de los equipos que acompañan a Binner. Aunque aun así nadie se anima a asegurar todavía que vaya a ocupar el primer lugar del Ministerio de Economía. Por ahora son más los nombres que se conocen para algunas de las segundas líneas del gobierno.

Son los casos de Elida Rasino, ex secretaria de Promoción Social en Rosario, y Alicia Ciciliani, muy vinculada al área de producción y de activa gestión en los equipos técnicos del Centro de Estudios Municipal y Provincial (Cemupro). Probablemente ellas figuren en el organigrama provincial. Del actual gabinete que conduce Miguel Lifschitz parece que no habrá éxodo masivo a la provincia. Si hasta la ex secretaria de Salud Mónica Fein, que figuraba entre quienes se irían a trabajar desde diciembre a la capital santafesina, fue incluida en la lista de candidatos a diputado nacional del Frente Progresista.

Sólo trascendió que habría una gestión para tentar a la secretaria de Servicios Públicos, Clara García, para que deje sus funciones en la Municipalidad de Rosario y se traslade a la Casa Gris.

También se afianza la idea de rearmar el equipo original que potenció a la Municipalidad en el área de Cultura, integrado por el actual secretario de Relaciones Institucionales, Marcelo Romeu, y la actual secretaria del área Chiqui González.



Equilibrio. A la hora de armar el gabinete, Binner enfrenta dos problemas básicos, además de rodearse de gente idónea. Atender un criterio geográfico convocando a dirigentes de distintos lugares de la provincia, para procurar un gobierno equilibrado. Y el segundo: dar participación a los partidos y sectores que integran el Frente Progresista. De allí que a la hora de pensar en los nombres de sus colaboradores no habría que detenerse sólo en figuras vinculadas al socialismo rosarino.

En este sentido, una presencia que no pasó desapercibida sobre el escenario donde se festejó el triunfo del último domingo fue la del radical Adolfo Stubrin, un dirigente muy cercano a la vicegobernadora electa Griselda Tessio.

Otro que podría ser convocado es Héctor Superti, el abogado penalista que hoy es reconocido por la colaboración que viene realizando a la hora de asesorar en cuestiones jurídicas a los equipos del socialismo. Superti llevó adelante la defensa de Graciela Dieser, ex esposa del juez Fraticelli, y consiguió que anularan el fallo que la condenada a prisión perpetua como autora del crimen de su hija Natalia.

También se menciona al actual decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Silberstein, como candidato a algún cargo a nivel provincial. No obstante, por ahora son alternativas que se barajan e, incluso, no es seguro que alguno de ellos acepte.

A la hora de convocar colaboradores, Binner también tiene en mente sumar a aquellos que tuvieron un gran desempeño en las últimas elecciones en distintos departamentos y que no resultaron electos. Los socialistas reconocen que el empuje y el compromiso que asumieron los referentes locales fue muy importante a la hora del recuento final, que hizo trepar la diferencia hasta los 250 mil votos a favor de Binner.

En este grupo se encuentran, entre otros, el ex intendente de Sunchales y candidato a senador Gonzalo Toselli; el intendente de Arequito y candidato a senador por el departamento Caseros, Jorge Alvarez (quien también fue diputado provincial por el radicalismo), y el actual concejal y candidato a intendente de Venado Tuerto, Roberto Meier.

Otro de los que estaban en esa lista es el electo intendente de Reconquista, Jacinto Speranza, quien se impuso en una reñida elección en otro bastión peronista y ahora tendrá que gobernar esa ciudad norteña.

Entre tantos candidatos no aparecen demasiados nombres con un lugar asegurado en la gestión que arranca el 10 de diciembre. Da la impresión de que la danza de aspirantes recién empieza, y que las definiciones tardarán varias semanas.

La Casa Gris albergará al primer mandatario socialista del país.