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Rosario 1905/1910

Por Guillermo Zinni / Fuente: La Capital

Los cow-boys y pieles rojas en la Rural. El espectáculo exótico anunciado para anoche por esta “troupe” de auténticos pieles rojas y cow-boys en el local de la Sociedad Rural, reproduciendo en vivo las escenas de bandolerismo de que son actores los primeros en su país, y la agilidad y destreza de los segundos, han llevado las dos últimas noches -y seguramente llevarán mañana- gran concurrencia al lugar en que llevan a cabo sus proezas con una propiedad tal que el espectador cree encontrarse en presencia de esos ataques reales y espeluznantes con que han nutrido y siguen nutriendo la crónica mundial la temeridad y astucia de los indios norteamericanos. La belleza salvaje de los individuos que toman parte en las diversas pantomimas, su pintoresca indumentaria, su agilidad extremada y hasta cierta oculta fruición que se nota en el entusiasmo con que se llevan a cabo sus ejercicios, dan la sensación insuperable de lo real. La vida y costumbres de pieles rojas y cow-boys tiene en estos intérpretes, cabales y escrupulosos imitadores. En resumen, el espectáculo que se ofrece en la Rural es sumamente interesante y justifica la afluencia del público que con sus aplausos premia y alienta las habilidades de que hacen gala tan extraños artistas. En el espectáculo de anoche hubo numerosas familias conocidas. De todos modos, hacemos notar a la empresa que realiza estos espectáculos la necesidad que hay de regar la pista antes de hacerse las pruebas, por la tierra que se levanta en perjuicio del público. Asimismo, observamos a la compañía de tranvías eléctricos que dada la afluencia de público que acude a las representaciones arriba nombradas, debe regularizar el servicio en la mejor forma posible para que no suceda lo que ocurrió la primera noche, en que diez coches repletos de pasajeros quedaron parados media hora a inmediaciones de la usina provocando justas protestas. (1910)

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