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miércoles,
05 de
septiembre de
2007 |
Gran operativo de búsqueda para localizar al aventurero Fosset
San Francisco/Washington.- Steve Fossett ha batido cientos de récords, pero el aventurero norteamericano no ha regresado de un vuelo de rutina. Decenas de aviones privados y de búsqueda reanudaron hoy la búsqueda del pequeño aparato en un amplio terreno, en parte de difícil acceso, en el estado norteamericano de Nevada, donde el multimillonario de 63 años desapareció el lunes pasado.
Con un pequeño avión de un motor el aventurero quería buscar la pista adecuada para una nueva hazaña. Tenía la intención de batir un récord de velocidad con un vehículo terrestre.
Fossett, un especialista en dormir poco y en deportes extremos, ha coleccionado récords en tierra, mar y aire, aunque de sí mismo dice que prefiere evitar el riesgo. Al parecer el lunes despegó de forma rutinaria. Según los medios estadounidenses, partió solo de un pista privada a unos 100 kilómetros al sureste de Reno.
Tras unas horas de vuelo tenía previsto regresar, según amigos y familiares. Fossett portaba suficiente combustible como para cumplir tres o cuatro horas de vuelo, de acuerdo con la información. En el avión había además un aparato para situaciones de emergencia.
“Steve es un hueso duro de roer”, dijo Richard Branson, fundador de la compañía británica Virgin Atlantic y amigo del aventurero, a quien le ha patrocinado varios récords y ha implicado en campañas de promoción.
“Creo que espera en su avión a que alguien le recoja”, añadió. Fossett ya tuvo que realizar en una ocasión un aterrizaje de emergencia y posteriormente caminó 50 kilómetros para pedir ayuda.
Sería su mayor golpe mediático si el multimillonario pudiese centrar la atención del mundo con una acción de búsqueda de varios días en su nuevo intento de establecer otra marca mundial en noviembre.
Según Branson, Fossett quería buscar la pista adecuada para una prueba de velocidad. Su próximo proyecto era batir el récord de velocidad con vehículos terrestres que se estableció en 1997.
En el Libro Guinnes de los Records figura el británico Andy Green como el artífice de la marca, cuando hace diez años en Nevada condujo un Rolls Royce Spey 202, un coche con turboreactores, con el que llegó a 1.227,985 kilómetros/hora.
La búsqueda del pequeño avión de Fossett resulta difícil pues el aventurero no presentó un plan de vuelo, según señalan las autoridades correspondientes en Nevada.
El avión, una Citabria Super Decathlon, con capacidad para dos personas, se emplea a menudo para realizar acrobacias en el aire. (DPA)
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