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miércoles,
05 de
septiembre de
2007 |
Agresión verbal a un menor
Mi hijo menor de 16 años participaba de una fiesta que organizaba el Club Bancario en sus instalaciones junto a un grupo de amigos de su edad. En determinado momento, cuando ya la fiesta finalizaba, el tesorero del club expulsa a los gritos a un grupo de jóvenes. Mi hijo que pasa por el lugar se acerca a escuchar, sin participar de la discusión, ya que reconoce dentro de ese grupo de jóvenes a algunos de sus amigos, pero es allí cuando el tesorero probablemente reconociendo a mi hijo como perteneciente a ese grupo, lo increpa y le grita "y vos andate negro de me..., andáte negro violador". Presento una nota pidiendo explicaciones al club, a sugerencia del Inadi y no es contestada. Mortificado y molesto denuncio el hecho en la Defensoría del Pueblo, en la subsecretaría de Derechos Humanos de Santa Fe. Solicito una entrevista al presidente por intermedio de un miembro de comisión directiva. El presidente del Club Bancario me concede una entrevista privada donde le solicito que conteste mi nota donde le exigía al tesorero una disculpa pública ya que mi hijo había sido acusado de un delito sin ningún motivo, delante de numerosas personas y había sido acusado de un delito sin ningún motivo delante de numerosas personas y había sido discriminado por su color de piel. Por lo que corresponde que el tesorero se haga cargo como adulto y dirigente del club de las consecuencias de sus actos ya que no puede ensuciar el buen nombre y honor de nadie. El titular del club restó importancia a la agresión que sufrió mi hijo ya que tenía claro cual iba a ser la contestación a mi nota y la resolución del sumario que prometió abrir. Sospecha que confirmé cuando recibí una nota desestimando mi denuncia. Cabe aclarar que este club se promueve como un lugar "seguro” para la juventud, donde se la contiene lejos del peligro de las calles y donde se busca la integración social. A la luz de los hechos que vienen sucediendo últimamente, para mí dejó de ser un lugar seguro. No se puede tolerar que un miembro de comisión directiva con total impunidad, escudándose en su cargo y con el apoyo de sus colaboradores, agreda verbalmente a un menor por el solo hecho de pertenecer a un grupo de amigos.
Ramón Alvarez, DNI 13.488.349
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