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sábado,
07 de
julio de
2007 |
El peronismo anti-K fue lanzó un fuerte desafío al gobierno
Encabezado por tres ex presidentes, Adolfo Rodríguez Saá, Carlos Menem y Ramón Puerta, el autoproclamado Congreso Nacional Justicialista que se reunió ayer en Potrero de los Funes (San Luis) fue un claro desafío al kirchnerismo, al punto de reformar la carta orgánica del PJ, trasladar la sede del partido a esa provincia y convocar a elecciones para renovar autoridades provinciales y nacionales.
Con un fuerte tono anti-K, el congreso comenzó a sesionar poco antes de las 15. La primera medida fue aprobar las credenciales de los congresales presentes, que sesionaron en medio de una confusión entre los que tenían sus títulos y los que simplemente llevaban en su pecho una credencial de “invitado”.
La bandera que presidía el cónclave tenía un claro mensaje hacia el kirchnerismo, ya que además de las figuras de Perón y Evita, bajo el escudo partidario, estaba la imagen de José Rucci. “Nos aprestamos a dar una gran batalla”, dijo Adolfo Rodríguez Saá, quien desafió a quienes “se creían que no teníamos coraje para hacerlo”, pero “hemos decidido por unanimidad reformar la Carta Orgánica, declarar la caducidad de los mandatos para salvar la personería del partido, al que quieren proscribir”, enfatizó.
“Llevaremos una fórmula de presidente y vice”, aseguró luego Rodríguez Saá, y aclaró: que no será el candidato, aunque trabajará “para que uno de nosotros encabece la fórmula, para que uno de los nuestros” lo sea.
El congreso creó la junta reorganizadora partidaria, que quedó conformada por Rodríguez Saá, Menem y Puerta. Menem fue el más duro a la hora de los discursos: “Estamos viviendo una época de fraude, a partir de un famoso congreso de Lanús”, donde se dispuso “erradicar la democracia del seno del Movimiento Nacional Justicialista y no tuvimos internas”.
El propósito del gobierno —siguió Menem— es “eliminar al PJ” para lo que “crearon otro partido, que es fraudulento: el Frente para la Victoria, construido con recursos del Estado, despojando a muchos sectores de la comunidad”. Luego aseveró que el gobierno “maquilla una realidad que se hace insoportable” que “lleva a una suerte de estallido social”.
En el congreso se firmaron actas de conformación de alianza con el Partido Provincias Unidas, la Ucedé, el Paufe, Acción por la República y Lealtad y Dignidad.
Puerta al pasado. A su turno, Ramón Puerta recordó “que en plena dictadura, nuestra proscripción duró seis años y medio”. Luego cuestionó la política de derechos humanos del gobierno al sostener que “el peronismo se busca construir” se diferencia de aquel “que pone mucho más enjundia y esfuerzo en revolver cicatrices e ir tres décadas atrás”.
También participó el candidato presidencial por el MPN, Jorge Sobisch, quien justificó su presencia en la “historia personal y familiar”, ya que su padre debió, según sus palabras, participar de la formación del MPN a partir de la proscripción que sufría el peronismo por entonces. Tras jactarse de ser “amigo de Menem”, Sobisch aseguró que “reivindica las FFAA y de seguridad para defender los intereses de la patria que todos nos merecemos”.
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Fotos
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Menem, los hermanos Rodríguez Saá y Puerta, a la cabeza del cónclave.
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