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sábado,
31 de
marzo de
2007 |
Lula y Bush juegan a destrabar Doha y avanzar en biocombustibles
Washington.- Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacaron esta tarde los avances y sus “esperanzas” de destrabar las negociaciones de comercio de la Ronda de Doha, a la vez que anunciaron la creación de un foro internacional sobre biocombustibles.
Ambos mandatarios ofrecieron una conferencia de prensa conjunta tras su encuentro en la residencia presidencial de Camp David, en el estado de Maryland, que curiosamente no era visitada desde 1998 por ningún jefe de Estado extranjero, cuando Bill Clinto recibió al brasileño Fernando Henrique Cardoso, aunque en visita privada.
Bush, que al igual que el visitante no usó corbata, reiteró su compromiso para lograr un acuerdo en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y señaló que “queremos llegar a un acuerdo para aliviar la pobreza del mundo” a través del aumento del comercio.
Bush, además, dijo ser “un gran creyente” en los combustibles alternativos y aseguró que “no sólo estamos comprometidos a trabajar en esto en nuestro país sino también con Brasil”.
Las negociaciones de Doha, que están trabadas desde el año pasado por las diferencias sobre la eliminación de subsidios agrícolas, dominaron la conversación de casi dos horas de los presidentes.
“Quizá la parte más convincente de las oportunidades para trabajar juntos se encuentra en la Ronda de Doha”, aseguró el jefe de la Casa Blanca ante los periodistas.
“A Estados Unidos le interesa concluir la Ronda con éxito”, al igual que a Brasil, dijo Bush, quien destacó su “firme” convicción de que “la mejor forma de paliar la pobreza mundial es a través del comercio”.
Mucho más locuaz que su anfitrión, Lula da Silva destacó que de ninguno de los encuentros anteriores que mantuvo con Bush salió con tanto “optimismo” por las posibilidades de “avanzar en acuerdos que contribuyan a mejorar la situación de los países más pobres”.
Da Silva hizo una enfática defensa de la necesidad de destrabar Doha, porque “de eso depende que logremos que en este Siglo XXI se integren los países que quedaron marginados durante el Siglo XX”, tanto en Latinoamérica, como en Asia y Africa.
Además, el mandatario brasileño ratificó la decisión de trabajar por la integración de los países de América del Sur y, en una lectura que parece destinada a la polémica regional, señaló que Estados Unidos podría ser un “aliado estratégico” para ese objetivo.
El mandatario brasileño puso especial énfasis al destacar la responsabilidad que les cabe a los países ricos, entre los cuáles incluyó a Brasil, para encontrar soluciones al calentamiento global.
“Es hora de que los países y todo el mundo se tomen en serio el tema ambiental porque la humanidad se está enfrentando a uno de los mayores riesgos de la historia, el calentamiento global nos amenaza a todos. Es complejo pero tiene solución y parte de ésta está en nuestras manos”, dijo Lula.
El presidente de Brasil destacó también que el tema de los biocombustibles, sobre el cual hace 20 días firmó un acuerdo de cooperación con Bush, será vital en el futuro porque “la crisis enegética está afectando a todos los países”.
En este punto, Lula señaló que durante el encuentro de dos horas con su par de Estados Unidos acordaron intercambiar misiones de científicos de ambos países para avanzar en forma conjunta en el área.
“Vamos a crear un foro internacional de biocombustibles para cooperar con los países que más lo necesiten”, porque se trata de una alternativa “importante” que “ayuda a la democratización”.
“Cada usina de biodiesel necesita de más trabajadores en el campo, o sea millones de empleos para los países más pobres” dijo.
También, en lo que pareció una sutil respuesta a las críticas a los biocombustibles que hizo públicas esta semana el líder cubano, Fidel Castro, agregó que “Brasil con 483 millones de hectáreas para cultivar puede producir comida y etanol”.
En otro tramo, Da Silva dijo que “Bush sabe que el hambre en el mundo no se debe a la falta de alimentos, sino a la falta de dinero”, es decir a la ausencia de la “decisión política” por mejorar la distribución de los ingresos.
Sobre el final, el brasileño también hizo público que llevó a la reunión el tema de la modificación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que Brasil aspira a tener una banca permanente desde hace años, aunque dio a entender que en este ítem hay menos acuerdo que en el comercial.
Por último, el mandatario sudamericano dijo que le planteó a su anfitrión el interés de Brasil por participar de la búsqueda de una solución al conflicto de Medio Oriente, ya que en su país “tenemos 10 millones de descendientes de sirios y de libaneses”.
“Queremos ayudar a construir un estado Palestino viable y respetuoso de Israel”, dijo en otra definición destinada a generar repercusiones. (Télam)
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