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martes,
27 de
marzo de
2007 |
Tiro cayó ante Platense con un penal inventado
Rodolfo Montes / La Capital
A Tiro le faltó un plan claro de partido, convicciones y cayó ante un Platense rústico y limitado. Al local le alcanzó con algo de fervor para doblegar a un tirolense que no supo acelerar en el momento justo, cuando lo tenía para ganar. El árbitro Raffa también colaboró para terminar de hundir al equipo rosarino.
Platense lo acorraló, lo prepeó y sólo con eso le alcanzó para ganarle a Tiro. Claro que ayudado por el supuesto agarrón en el área que el árbitro compró como penal de Casais a Rojas.
En el arranque Platense mostró el empuje de sus urgencias, puso decisión, fervor y mucha gente en ataque, pero todo era furia y poco juego. De todos modos, Tiro empezó a ser perforado en su línea de fondo, aunque el local nunca llegó a comprometer seriamente a Cárdenas.
Así fueron las cosas hasta los 20’, cuando el uso del balón empezó a ser compartido, junto a las desprolijidades. En Platense, Ferradas y Mercier fueron los más verticales tratando de penetrar el área tirolense, pero después los de Ludueña encontraron la pelota y mostraron que podían apostar a un juego de mayor jerarquía.
Primero cuando Perezlindo eligió simular un penal (Banegas no lo tocó) en una jugada con serias perspectivas de gol. Después al aparecer Rodas, que con tres intervenciones marcó la diferencia. Una fue a los 30’, con un bombazo de afuera del área que se fue a centímetros del palo derecho de Campodónico.
Tiro se hizo dueño de la pelota, pero como en partidos anteriores, careció de decisión y contundencia para marcar la diferencia en el resultado que a esa altura ya merecía. Tal vez la más clara fue una pelota que recibió Formento en el punto penal, tras pase largo de Casais, pero definió fácil para el arquero.
Al local se le había terminado la furia, era todo desconcierto. De todos modos, a un minuto del final de la etapa un doble cabezazo en el área de Tiro hizo que Banegas la pescara al borde del área chica y exigiera a Cárdenas, que con una estirada mandó la pelota al córner para que no se rompiera el cero.
En el último cuarto de hora, tras el penal converido por Charles Pérez, cuando Tiro quiso reaccionar ya no tuvo la reserva anímica necesaria. Tanto Rodas como Formento y Perezlindo se perdieron en su individualidad y no encontraron la solución para evitar la derrota.
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