Semana Santa

Celebraciones y fe en tierras riojanas

La Rioja espera este año incrementar notablemente la afluencia turística durante la Semana Santa. En los últimos años, turistas nacionales y extranjeros se sintieron especialmente atraídos por el turismo religioso que se desarrolla en la provincia. Sus dos celebraciones más importantes y convocantes son la Adoración del Cristo Articulado en el departamento de Famatina, y el “Señor de la Peña” en el departamento de Arauco, una gigantesca roca erosionada que semeja el perfil de Jesucristo.

Para Semana Santa, como en el resto del año, la provincia dispone de múltiples servicios de hotelería de primera categoría, al igual que de una particular gastronomía norteña con predominio de la cocina típica tradicional de esta fecha religiosa. La estadía ideal combina visitas a museos e iglesias de gran riqueza histórica, cultural y religiosa.

A 240 kilómetros de la capital de la provincia, se encuentra una de las figuras más representativas del arte sacro colonial y elemento de devoción: la imagen del Cristo Articulado, en la capilla San Pedro ubicada en la ciudad de Famatina. Se trata de una obra artística tallada en madera de tamaño natural traída por los jesuitas desde el Perú en el siglo XVIII, y que aún conserva su pintura original. Esta imagen, revestida en yeso, es accionada por un sistema de cuerdas que ejerce movimientos similares a los de una persona.

Un detalle muy importante es la boca entreabierta de Jesucristo, convirtiéndolo en el segundo en el mundo con esa característica. Su cabellera es de pelo natural y se cambia periódicamente (de acuerdo al deterioro), con cabellos provistos por los promesantes, en su mayoría pertenecientes a niños todavía no bautizados.

Cuenta la tradición que durante esta peregrinación se hacían paradas, estaciones o calvarios bajo árboles frondosos, generalmente algarrobos, donde los peregrinos confeccionaban cruces con ramitas y las colgaban de estos árboles, devoción que aún perdura.



Peregrinación de antorchas

La parte más emotiva de esta celebración se produce durante el “Sermón de la Agonía de Nuestro Señor Jesucristo”, el Viernes Santo a las 15, cuando Jesucristo es descendido de la Cruz por los devotos y trasladado en procesión. Por la tarde, se realiza la tradicional peregrinación de antorchas que culmina con el ascenso al Cerro de la Cruz, y por la noche, aproximadamente a las 21, se inicia el Vía Crucis, con las imágenes de Cristo en el sepulcro, y las de San Juan y la Virgen Dolorosa recorriendo las calles del microcentro de Famatina.

En cuanto al Señor de la Peña, se celebra en el Paraje del Barrial de Arauco, a unos 103 ki lómetros de la capital riojana.

Es una atípica demostración de fe hacia una gran roca, que semeja el perfil de Jesús, donde se realiza la Ceremonia de la Resurrección.

En esta celebración una gran cantidad de peregrinos llega desde todas las provincias cumpliendo promesas.

Lo hacen a caballo, a pie, en vehículos o en colectivos especialmente fletados para esos días, cuando el lugar se transforma en un verdadero enjambre humano que eligió ese lugar para disfrutar de unas breves vacaciones.

En la pequeña localidad de Arauco, a muy pocos kilómetros del Señor de la Peña, se puede conocer el Olivo Histórico que data del Siglo XVII, también conocido como “Olivo Cuatricentenario”. A pesar de su antigüedad, la planta se encuentra en plena producción.

Los paisajes de La Rioja permiten al visitante entregarse al descanso y olvidarse de la rutina.