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domingo,
25 de
marzo de
2007 |
El día que los europeos descubrieron el jamón Pata Negra
Berlín.- En la caseta de España colocada en la fiesta de las culturas en Berlín, esta tarde no cabía ni un alfiler más, los visitantes se empujaban en la entrada para probar el jamón y el vino español.
La celebración del cincuentenario del Tratado de Roma no fue solamente para los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), sino que logró reunir a miles de personas en una fiesta, que abarcó desde conciertos de música pop y rock, a recitales literarios, exposiciones artísticas y degustaciones culinarias.
Alrededor de la emblemática Puerta de Brandemburgo, símbolo de la Reunificación de Alemania y ahora también de la unidad europea, como reiteraron los líderes comunitarios este fin de semana, se colocaron unas 75 casetas de información sobre la UE y de sus 27 países socios.
La española pudo albergar hoy hasta 10.000 personas según los organizadores, que inicialmente habían previsto unos 4.000. “Entraban de dos a tres personas por segundo”, dijo Miguel Toca, cortador de jamón profesional, afincado en Alemania desde hace más de tres décadas y regente de una tienda de comercio al por mayor de productos ibéricos y latinoamericanos.
Toca cortó hoy ante los visitantes tres jabugos (el límite para un cortador profesional) y su compañero otros tres. Todo aquel que no era español miraba boquiabierto cómo lo hacían. En total, la caseta de España ofreció seis jamones de Huelva. “Los alemanes nos comentaban que no sabían lo que era un Pata Negra (de bellota), que en su país no habían provado nunca un jamón tan suave”, añadió Toca.
Además, al ritmo de la música española se bebieron 140 botellas de vino institucional de La Rioja, un Viña Grajera reserva de 2002, y 100 litros de Jerez, agregó Luis Martos, jefe de prensa de la Embajada de España en Berlín.
El público en la caseta de España era en su mayoría alemán, pero también muchos españoles, italianos, checos e ingleses, indicaron los organizadores, quienes prepararon todo cuidadosamente durante casi un mes y medio.
Mientras en la caseta de España la gente se informaba sobre las citas obligadas en el turismo del país, sobre la Expo de Zaragoza, la ensañanza del castellano y las distintas actividades culturales del Instituto Cervantes y sobre los progresos españoles en comercio e industria, afuera bullía la fiesta en Berlín.
Hasta la canciller alemana y presidenta de turno del Consejo de la UE, Angela Merkel, acudió al encuentro festivo acompañada del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para inaugurar un centro de información sobre la Unión Europea.
Un gran concierto de música europea al aire libre y de varias horas de duración fue el causante de enormes aglomeraciones y un importante bloqueo del tráfico. El rockero británico Joe Cocker fue el que más fans logró agrupar, pero también los demás grupos musicales de los 27 países comunitarios hicieron bailar a miles de personas en una fiesta similar a la surgida en el Mundial de Fútbol 2006.
No en vano, lo sudedido hoy en Berlín recordaba mucho a aquellos días de verano boreal, en los que los fans de equipos enfrentados festejaban juntos y en armonía en las calles.
Hoy la fiesta era Europea, pero hasta el clima y los puestos callejeros de cerveza recordaban al verano pasado y el olor a carne asada, tan típico en las calles alemanas durante los días de calor.
Estaba previsto que la fiesta acabara con un juego de fuegos artificiales sobre la Puerta de Brandemburgo, pero cuando esto acabó, los asistentes no mostraron intención de querer abandonar el recinto. Las casetas seguían llenas, aunque España no repartiera más jamón. (DPA)
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