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domingo,
25 de
marzo de
2007 |
La Unión Europea asume compromiso de renovación
Berlín- La Unión Europea (UE) festejó hoy sus cincuenta años de existencia con la firma de una declaración en la que se comprometió a un relanzamiento de la comunidad “con los fundamentos comunes renovados” hasta 2009.
“Europa se tiene que renovar porque estancamiento significa retroceso”, dijo la canciller alemana Angela Merkel, anfitriona de cumbre, en un llamamiento a los líderes políticos de los 27 estados miembro de la Unión.
El mayor desafío es poder garantizar que las instituciones europeas sean “eficientes, democráticas y coherentes” y para ello se necesitan estructuras más claras porque “hay mucho en juego”, dijo la actual presidenta de turno del Consejo Europeo.
El compromiso de renovación fue plasmado en la Declaración de Berlín, en la que se rememoran los comienzos del proceso integrador con la firma de los Tratado de Roma en 1957, se destacan los alcances de la integración continental y su significado para los ciudadanos, y se definen, a grandes rasgos, los desafíos futuros.
El documento fue firmado en una ceremonia festiva celebrada en el Museo Histórico alemán, en el caso histórico de la capital alemana.
La Declaración es un consenso mínimo que no oculta las diferencias surgidas en el seno comunitario, que obligaron a cambios en su redacción hasta pocas horas previas a su firma. Así, fue ardua la tarea de la delegación española para que a la frase “...vamos a luchar contra el terrorismo y la delincuencia organizada” fuera completada con “y la inmigración ilegal”.
A pesar de la reticencia explícita de varios países, la presidencia alemana se impuso al marcar una fecha límite, “a más tardar hasta las elecciones al Parlamento Europeo de 2009”, para resolver el estancado proceso de darle una constitución a la UE.
Sin nombrar la palabra constitución, en el documento se asume el compromiso de “seguir adaptando la estructura política a la evolución de los tiempos... para dotar a la UE de los fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo de 2009”.
La falta de consenso sobre este pasaje, alusivo a la necesidad de relanzar un tratado comunitario que regule el trabajo futuro, no quedó oculta después de la firma, cuando el presidente checo Vaclav Klaus se quejó amargamente por “la falta de debate democrático”.
“Realmente, así no se pueden hacer las cosas”, protestó Klaus en referencia al método de trabajo de Merkel como anfitriona de la Cumbre y responsable de redactar el documento final. Klaus dijo que hubo países a los que no se atendió correctamente.
En su discurso, Merkel pidió también estructuras de decisión más claras, sobre todo en los campos de la energía, la política exterior, la interior y la justicia, en los que se debe establecer muy bien qué competencias tiene cada país y cuáles la comunidad europea.
Además, se mostró partidaria de un amplio acuerdo estratégico con Rusia y definió como vital una política exterior unificada, combinada con las relaciones amistosas con Estados Unidos y un fuerte respaldo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En la ceremonia, Merkel certificó que “el sueño europeo se ha hecho realidad. No nos olvidemos, durante siglos, Europa no era más que una mera idea, nada más que una esperanza de paz y entendimiento. Hoy, los ciudadanos saben que la esperanza se hizo realidad”.
El portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión, destacó “los valores fundamentales, que son los de la libertad y la solidaridad. Europa no es sólo un mercado, es mucho más. Hace pocos años, 15 de los actuales miembros de la Unión sufrían bajo una dictadura o no tenían la libertad de existir como Estado independiente y hoy están entre nosotros”.
Para el primer ministro italiano, Romano Prodi, Europa se transformó en este último medio siglo de “un símbolo de la división a un símbolo de la unión. Es el antídoto para superar todas las enfermedades europeas. Después de correr peligro de matarse a sí misma en la primera mitad del siglo pasado, hoy Europa puede volver a estar orgullosa de sí misma”.
La cumbre, que duró dos días, se cerró con un almuerzo de trabajo de los líderes europeos, mientras en las calles de Berlín se festejaba el cumpleaños con conciertos, fiestas barriales, teatros callejeros y exposiciones de los 27 países miembro. (DPA)
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Fotos
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El presidente de Francia, Jacques Chirac, dialoga con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín.
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