El cazador oculto: "Un confuso déjà vu en la televisión"

Déjà vu. Eso es lo que inevitablemente se siente hoy al ver la televisión. Que lo nuevo, lo que se estrena con bombos y platillos la pequeña pantalla, ya fue visto antes. Una semana, un año, una vida, no queda claro cuando, pero seguro fue antes. Antes de que las promos bombardeen día y noche, semanas enteras, con el anuncio de lo que vendrá. "Son de Fierro", la gran novedad del verano, evoca otras voces, otros ámbitos, ya conocidos. También familiares. O esa estética de barrio, que es la marca en el orillo de Pol-ka, no es la misma que la de "Gasoleros". O Fierro, el carnicero tierno que encarna Osvaldo Laport en la tira, no habla, piensa y siente como Garmendia, el boxeador que él mismo compuso en "Campeones". Si hasta la colegiala pícara que interpreta en la tira Vanesa González es igualita a Carolina, la estudiante enamorada del profesor que le robó "Franco Buenaventura" a Viviana Saccone. Pasa lo mismo con "Duro de domar", que vendió su regreso renovado y en nuevo horario y terminó siendo una versión políticamente correcta de "Bendita TV". O era al revés. Es difícil decirlo, el colorinche de los trajes de Beto Casella (o son los de Roberto Pettinatto) no dejan pensar con claridad. Lo cierto es que al encender el televisor se corre riesgo de confundirse, de creer que se cayó en el "Túnel del tiempo". ¿O no están prometiendo que "muy pronto" empieza "El Zorro"? ¿No estaba ya en el aire? ¿Hablan de la vieja serie de Disney que, convenientemente coloreada, hasta hace poco seguía el estilo vintage de "De 12 a 14"? Aunque también puede ser la telenovela que hace furor en los canales latinos de Estados Unidos... Sea cual sea poco importa, porque la sensación es la misma: ya la vi. Ayer, mañana, es lo mismo, desde el asiento del acompañante del DeLorean de "Volver al

futuro" la televisión se ve siempre igual.