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 sábado, 24 de marzo de 2007  
Kirchner cuestionó a la Cámara de Casación por retrasar juicios

Córdoba- El presidente Néstor Kirchner cuestionó hoy a los jueces que “se hacen los distraídos” a la hora de juzgar a los responsables de los crímenes cometidos por la última dictadura militar y cargó contra la Cámara de Casación Penal por retrasar causas en las que están involucrados represores.

“¿Cuál es el compromiso que tienen algunos integrantes de la Justicia, qué pasa en aquella Cámara de Casación donde están parados años juicios que deberían estar en marcha, quiénes son los fiscales de esa Cámara?”, se preguntó Kirchner.

El jefe de Estado cuestionó la actuación judicial durante el acto de repudio al golpe militar del 24 de marzo de 1976, que encabezó en el predio del Ejército donde funcionó el centro clandestino de detención la Perla, en Córdoba.

Kirchner dejó en claro que “no estamos invadiendo otro Poder, estamos pidiendo que funcione porque no estamos predicando venganza, estamos pidiendo que funcione la Justicia, esa justicia que nuestros hermanos, nuestros compañeros no tuvieron”.

“Ahora la traba que tenemos es que la Justicia es muy lenta, yo empujo y empujo, pero algunos se hacen los distraídos”, dijo el Presidente.

En ese marco, Kirchner reclamó “Basta, por favor basta, juicio y castigo, necesitamos que los juicios se aceleren”.

Recientemente damnificados y familiares de víctimas de delitos contra los derechos humanos presentaron ante el Consejo de la Magistratura un pedido de suspensión y remoción de cuatro miembros de la Sala Cuarta de la Cámara de Casación Penal.

La denuncia fue presentada ante la Comisión de Acusación del Consejo y está dirigida contra los camaristas Alfredo Bisordi, Gustavo Hornos, Ana María Capolupo y Eduardo Riggi por supuesto mal desempeño de sus funciones.

Kirchner inició su discurso reiterando su pedido de “perdón al pueblo argentino por haber demorado tantos años, por la falta de coraje, por la falta de asumir y la falta de valentía de tantos” que participaron del último golpe militar.

En su discurso, Kirchner dijo que “hubo militares que hoy se esconden, que tienen miedo de ir ante un juzgado y eran dueños de la vida de argentinos que querían un país distinto”.

“Señor, no te voy a llamar general porque ni eso merecés, señor Luciano Benjamin Menéndez, tené en claro que sos un cobarde, tené en claro que los argentinos saben quién sos y estás escondido en tu casa, tendrías que estar en una cárcel común donde están los delincuentes y los asesinos, como corresponde”, puntualizó.

El Presidente finalizó su alocución recordando a Julio López, el albañil que declaró en el juicio contra el represor Miguel Etchecolatz y que está desaparecido desde el 18 de septiembre último cuando fue secuestrado.

“Allí está la amenaza, el terror” y “hay que encontrarlo vivo por todo el pueblo argentino”, enfatizó el jefe del Estado.

“Ahí está la amenaza, el terror, allí están ellos; a él no se lo llevaron dos o tres distraidos sino los de siempre, y lo tenemos que encontrar vivo por todos los argentinos y su familia como un signo de que podemos dar vuelta este mecanismo perverso del temor para garantizar la impunidad”, dijo el Presidente.

Durante el acto, Kirchner y representantes de organismos de derechos humanos suscribieron el acta mediante la cual la Nación cede a Córdoba ese predio del Ejército de 37 hectáreas para crear allí un Espacio para la Memoria.

Para Kirchner, la cesión del predio de La Perla “es el símbolo de la lucha de este pueblo por la memoria” que “ha triunfado sobre el olvido”.

El primer mandatario reconoció luego la tarea de “Abuelas, Madres, Hijos, que sólos lucharon” frente a “algunos que querían que se pusiera orden” a partir del 24 de marzo de 1976.

Antes del acto, en el que habló Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, filial Córdoba, y representantes de familiares de desaparecidos e hijos y cantó León Gieco, Kirchner recorrió las dependencias del predio acompañado por representantes de organismos de derechos humanos. (Télam)


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El presidente Kirchner abraza a Emilia Damba, de Madres de Plaza de Mayo.

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