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sábado,
24 de
marzo de
2007 |
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910
Guillermo Zinni / La Capital
La revancha del amor. Acaba de salir en Boston una obra con la correspondencia inédita del novelista inglés Charles Dickens (1812-1870), el autor de "David Copperfield" y "Oliver Twist", y que tuvo una infancia de miseria y abandono. Allí se cuenta que de joven se enamoró perdidamente de Maria Beadnell, la hermosa hija de un banquero, pero que ésta lo rechazó por carecer de fortuna. Dos años después, Dickens se casó con Catherine Hogarth, y Maria con Henry Winter. Pero pasados treinta años, a la hija del banquero le vino el deseo de acercarse a ese hombre que había llegado a la cumbre de la gloria, pensando que ahora sí era digno de ella. Dickens, aunque casado y padre de nueve hijos, seguía enamorado de aquella niña, y en respuesta a su carta le contestó que fuera a su casa tal día a tal hora porque iba a estar solo. Maria fue, pero al escritor le costó trabajo reconocer en aquella mujer a la niña de sus amores. Para colmo de males, Maria no estaba tan interesada en la persona del novelista sino en su fortuna, ya que había sufrido algunos reveses económicos, y luego de confiarle su dolor, sin más trámite le pidió dinero, a lo que Dickens contestó simplemente con una sentida condolencia.
Iglesias eléctricas. Contradiciendo lo que muchas veces hemos escuchado, respecto a que la electricidad en las iglesias es de un modernismo demasiado acentuado y se desdice con la solemnidad de esos sagrados lugares, nos llega un telegrama sosteniendo que los templos católicos en Europa se alumbran según ese sistema. En Roma y París, por ejemplo, en las misas centellean miles de ampollas, y en Alemania la electricidad también se usa como fuerza motriz para los órganos.
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