Forman a jóvenes para tratar temas mundiales

Una entidad simula reuniones de la ONU para buscar soluciones a través del diálogo

La pobreza en el mundo, la propagación del sida, los conflictos armados en distintos territorios, la paz mundial y el medio ambiente son algunos de los temas que preocupan a gran parte de la población mundial. Pero muchas veces, y porque suele parecer que esos problemas son de "otros", no se genera una respuesta productiva que contribuya a dar soluciones.

Para tratar de salir de la inercia, desde hace algunos meses funciona en Rosario una delegación de la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas (Oajnu).

Esta ONG, que lleva 10 años de trabajo en Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, tiene como objetivo contribuir a la formación de líderes coherentes y ciudadanos responsables a partir de las actividades de capacitación e investigación.

La organización, integrada por jóvenes de 18 a 26 años, lleva adelante como actividad principal la realización de simulacros de los modelos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de que sean esos mismos jóvenes los que desarrollen aptitudes de liderazgo y que se conviertan en diplomáticos en el momento en que afronten situaciones de compromiso.

Los modelos son una simulación de la realidad de la ONU en un contexto académico. Los debates se desarrollan mediante representaciones de algunos de los seis órganos principales de la entidad y sus comisiones. Cada discusión implica la búsqueda de respuestas a los temas instalados en la agenda internacional.

De esos modelos, el más desarrollado por la Oajnu es el de Asamblea General, y desde la organización advierten que se da de dicha manera porque esa es la entidad más democrática de la ONU ya que cuenta con la participación en la discusión de casi todos los países.

Los participantes asumen el rol diplomático de representar un país asignado y debaten temas de interés mundial, elevando proyectos de solución al respecto. El modelo es una herramienta de gran utilidad para comprender las reales dimensiones y la importancia de la tolerancia, y de la resolución de controversias a través del diálogo y del compromiso. El desarrollo del proyecto se realiza en dos etapas: la capacitación previa y el simulacro en sí.

Por último, tras el cierre, Oajnu realiza una evaluación exhaustiva acerca del cumplimiento de los objetivos planteados, a los fines de corregir fallas y contribuir a la mejora constante del proyecto en sus instancias subsiguientes.

"Tanto en modelos como en los demás proyectos educativos que Oajnu desarrolló, el impacto más fuerte se da en un cambio de actitud de quienes participan respecto de su comunidad. En algunos jóvenes se refuerzan también aptitudes y cualidades de trabajo en equipo, comunicación y negociación, al tiempo que para otros servirá como punto de partida para interiorizarse e informarse del acontecer internacional que, por cierto, tiene un impacto directo en las vidas cotidianas de cada uno de nosotros", explicó Rita Barbieri, encargada del área de Relaciones Institucionales de la sede que la organización tiene en Rosario.

Oajnu además está abierta y trabaja juntamente con otras organizaciones no gubernamentales o fundaciones cuyos objetivos institucionales se relacionan con su misión.