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miércoles,
21 de
marzo de
2007 |
La sangre hallada en el cuchillo coincide con la del sospechoso
Venado Tuerto- Las muestras de sangre halladas en el cuchillo tramontina, con el que se produjo la muerte tras siete puñaladas de Alba Digiuni, coinciden con el grupo sanguíneo del presunto agresor Juan Cruz Münger. La Justicia también peritó sangre encontrada en prendas de la sobrina de la víctima, Flavia Lussenhoff, y en el calzado de Münger. En los tres casos el resultado fue coincidente ya que hallaron restos de sangre A (+) al igual que la que poseía la mujer asesinada.
Se aguarda que en las próximas horas los dos detenidos, Flavia y Juan Cruz, declaren ante el Juzgado de Instrucción de Hugo Perassi de Venado Tuerto. A Flavia se le imputa ser partícipe necesaria del crimen de su tía Alba mientras que Münger es el principal sospechoso del homicidio del cual está –en principio- imputado.
Los restos de sangre peritados determinaron el mismo grupo y factor que la víctima con el aliciente de que Juan Cruz Münger tiene la misma sangre con lo cual ahora se deberá realizar un ADN sobre la muestra hallada en su sandalia para saber si esa sangre pertenece a él o la mujer asesinada.
La Justicia deberá determinar en otros peritajes si la sangre encontrada en algunas prendas de Flavia dan un indicio de haber participado en la escena del crimen. “De acuerdo a la impronta con la cual se ve la sangre en la ropa se puede determinar si estuvo al momento del crimen o participó o se manchó cuando fue a auxiliarla una vez muerta”, explicó el Jefe de Orden Público, Claudio Aguirre.
En ese sentido el policía detalló que “no es lo mismo para la causa que la sangre encontrada en la ropa sea por la apoyatura con el cadáver, cuando la fue a auxiliar, que si es por goteo o salpicadura”.
En efecto “un cuerpo sin vida no salpica sangre por más que le des puñaladas en esa situación. En cambio cuando el cuerpo está aún con vida y recibe puntazos, la sangre salpica. Esto se da por la presión sanguínea; cosa que obviamente no sucede con los cadáveres”, detalló una fuente de la investigación.
Del estudio de la sangre hallada en las prendas de Flavia se podrá determinar si la profesora de educación física participó o al menos estuvo al momento de producirse la muerte de su tía.
No obstante la mujer aliviaría su situación si se determina que las manchas se dieron por apoyatura. Es decir cuando ella intenta auxiliar a su tía una vez producido el lamentable hecho que conmocionó a la ciudad.
Eso podría descomprimir la delicada situación en la que se encuentra Flavia desde el punto de vista judicial. La mujer había declarado en sede policial que no advirtió el ingreso o egreso de su ex esposo Juan Cruz Münger a su casa.
Tampoco se dio cuenta de que se estaría produciendo una feroz discusión entre su ex y su tía Alba que culminó de la peor manera. Otras nueve personas que en ese momento estaban tomando clases de gym en el gimnasio se mostraron coincidentes con el relato de Lussenhoff. Nadie advirtió ni ruidos ni discusiones que hicieran presagiar el fatal desenlace.
Sin embargo un vecino de la casa ubicada en Garibaldi 320 dijo haber escuchado una voz de un mujer –presuntamente Alba- que decía “sáquenme este hijo de puta de encima”. A pocos metros de la escena del horrendo crimen, Flavia y nueve alumnos hacían gym con música de fondo.
En el barrio donde vive hace algunos años Flavia Lussenhoff descreen que la profesora pueda tener algún tipo de responsabilidad en el hecho. Los testimonios son coincidentes. “Es una persona muy buena que vive trabajando y nunca tuvo problemas con nadie en la zona. Con su tía parecía tener una relación excelente; de hecho le cuidaba desde hace un tiempo a su pequeño hijo de dos años, Geremías”.
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