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sábado,
05 de
agosto de
2006 |
La historia escrita y la por venir
La causa Hlaczik-Poblete (que consta en el libro "Nunca más") y el robo de la hija de la pareja enmarcó hace seis años el primer fallo judicial que invalidó el punto final y la obediencia debida y ayer se convirtió en el caso que inauguró la posibilidad cierta de condena a un represor tras la derogación de las normas. Los jueces Luis Di Renzi y Ricardo Farías resolvieron que debía aplicarse -cómo máximo- 25 años de cárcel por ser la ley más benigna e ignoraron los atenuantes ponderados por la fiscalía para bajar seis meses la pena pedida. En cambio, el juez Guillermo Gordo votó en disidencia parcial, pero habrá que esperar la lectura de los fundamentos (el viernes próximo, a las 21) para ver si, con esa vía, la defensa oficial tendrá chances de impugnar la sentencia en la Cámara de Casación Penal. El tribunal también le otorgó a la querella la posibilidad de apelar ante Casación para insistir con el reclamo de medio siglo de cárcel, pero la abogada Alcira Ríos descartó recurrir a esa instancia. Es que Simón está al filo de un nuevo proceso por 145 secuestros y 47 casos de torturas en la causa del Primer Cuerpo de Ejército, además de tener que dar explicaciones en el megaexpediente Esma.
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