"El criterio general era el de matar a todo el mundo"

Eligió el silencio frente a los jueces, pero Julio Simón (alias Turco Julián) se había jactado seis años atrás por televisión, cuando las leyes del perdón aún lo protegían, de cómo los represores atormentaban a los detenidos ilegales y cuál era su destino en los llamados vuelos de la muerte.

"Fui suboficial de la policía, estuve en la Armada y en el Batallón 601 (...) El criterio general era matar a todo el mundo.", aseguró por entonces. Aunque también señaló que "se aceleraba el interrogatorio mediante la tortura, pero era negativo porque el individuo quedaba muy deteriorado".

Cuando le preguntaron qué significaba "traslado" o "destino final", Simón contestó sin tapujos: "La muerte. Camión, Campo de Mayo, avión y destino final".

Luego "lamentó" no haber tenido la oportunidad de participar en ninguno de esos procedimientos. Y, al igual que otros represores, no mostró arrepentimiento. "Lo volvería a hacer", afirmó.

Durante los alegatos, la querella sostuvo que Simón "le quitó al discapacitado José Poblete la silla de ruedas y las piernas ortopédicas, le aplicó picana eléctrica, lo obligó a mantener relaciones homosexuales y lo hizo pelearse a golpes con otro detenido en una suerte de circo romano dentro de El Olimpo". Estas fueron las reacciones tras la decisión del Tribunal Oral Federal Nº5, que juzgó al Turco Julián:

Buscarita Roa, madre de Poblete: "Estoy conforme, por todos los detenidos en los centros clandestinos, los torturados y los 30.000 desaparecidos. Debe servir para que las nuevas generaciones vivan en paz. Esperaba que (Simón) hablara, que contara qué pasó con mi hijo y mi nuera. Ahora tiene otros juicios y sumará la condena que se merece".

Fernando Navarro Roa, hermano de Poblete: "Es una sentencia categórica. Hubiésemos pretendido un poco más, pero es un día para festejar porque el fallo quedará en la historia. Claudia (Poblete Roa, hija de José y Gertrudis Hlaczik) debe estar muy contenta, porque sufrió la sustracción de dos seres irrepetibles".

Estela de Carlotto, Abuelas de Plaza de Mayo: "Quizá la sumatoria haga que este personaje se pudra en la cárcel, como corresponde a las bestias. Se abre un camino a todos los juicios que faltan".

Horacio Verbitsky, presidente del Cels: "El número de años de sentencia es significativo, pero importa más que se trata del primer juicio que termina con condena tras la anulación" de las leyes del perdón.

Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos: "Todo fallo sin precedentes es importante, pero no tenemos que hacer futurología" sobre el resultado de otros juicios.