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sábado,
05 de
agosto de
2006 |
Luis Palacios. Sorpresivo descenso de una nave junto a la ruta 34, camino de ingreso de la droga a Rosario
El aterrizaje de una avioneta despertó
sospechas sobre su misión de vuelo
Es un Cessna 210 en el que iban dos hombres, uno de ellos paraguayo. Los detuvieron junto a un tercer
individuo, pero hasta anoche no les imputaban ningún delito. La nave no tenía papeles ni hoja de vuelo
Loe Graciarena / La Capital
Una avioneta que desciende sorpresivamente en un campo a la vera de la ruta 34, reconocida como la ruta de la blanca, siempre levanta sospechas. Y esto ocurrió el jueves, a la hora de siesta, cuando un Cessna 210 realizó un aterrizaje de emergencia en el campo ubicado a la vera del mencionado camino, a 8 kilómetros al oeste del casco urbano de Luis Palacios. La máquina se arrastró levantando polvareda en un campo de pastos bajos y quedó a 800 metros de la ruta nacional. Cuando las primeras personas llegaron al lugar, en el interior de la nave había sólo 16 bidones plásticos de 20 litros, tres de ellos llenos de combustible. No había rastros de drogas, cigarrillos o armas, pero las dudas persisten. Por el incidente quedaron detenidas tres personas: el piloto, un rosarino que tiene un negocio en Rafaela; y dos paraguayos. Los tres quedarían en libertad en las próximas horas ya que hasta ahora no se les imputó ningún delito.
¿Accidente o aterrizaje accidentado? Esa es la pregunta que por estas horas se hacen los investigadores. "Un llamado telefónico a la seccional 10ª de Luis Palacios alertó sobre la caída de una aeronave en un campo en el kilómetro 30 de la ruta 34", explicó oficialmente el comisario Aniceto Raúl Morán, jefe de la Unidad Regional XVII. "Cuando los efectivos llegaron, detuvieron a dos hombres que habían atravesado a campo traviesa una línea de árboles que está al este del establecimiento y se dirigían presuntamente hacia la ruta 34", comentó el alto jefe policial.
Alimento para el prejuicio
El incidente ocurrido el jueves a las 14.45 en el campo Los Amigos tiene todo para alimentar el prejuicio. Un Cessna 210 blanco con vivos azules y celestes aterrizó pesadamente sobre el campo en el que hasta hace pocas semanas estaba verde de soja. Una nave de las mismas características cayó, el 26 de julio pasado, en un campo de la localidad correntina de San Roque y su piloto murió. Pero aquella aeronave transportaba 70 ladrillos de marihuana con un peso total de 450 kilos.
El campo donde ocurrió el aterrizaje del jueves parece un billar. Tiene a uno de sus lados un camino de tierra con alambrada y el piloto descendió dejando una huella de unos 500 metros. Es que al hacer contacto con la tierra rompió el tren de aterrizaje delantero. Y también abolló la hélice. Antes de que la polvareda se disipara, bajaron de la aeronave dos hombres cargando bolsos. La máquina quedó detenida a 3 metros del camino rural, a 800 de la ruta 34, a 500 del casco de la estancia de la familia Calullo y a 150 de una línea de árboles.
Lejos de pedir auxilio a los habitantes del lugar, entre los que estaba el dueño del campo, que venían escuchando el sonido de las fallas del motor, los ocupantes de la nave salieron corriendo hacia los árboles. Como quien quiere alejarse del lugar sin comprometerse.
El Cessna LV-GMW era piloteado por Carlos Alberto G., un rosarino de 57 años que tiene domicilio comercial en la ciudad de Rafaela. Sólo tenía dos de las cuatro butacas que vienen de fábrica. El resto de la aeronave estaba ocupada por bidones de 20 litros para combustible. En la misma aeronave viajaba Héctor Alan C., de 45 años, con domicilio en la ciudad paraguaya de Encarnación. "Lo que explicaron los detenidos fue que partieron del aeroclub de Corral de Bustos, en la provincia de Córdoba, y se dirigían hacia Gálvez", comentó el oficial. A estos dos demorados, que viajaban en la nave, se le sumó Optaciano C., un paraguayo de 35 años que se alojaba en un hotel de la localidad de Roldán junto a Héctor Alan C.. Ninguno de los tres cuenta con antecedentes penales.
Según reconstruyó el comisario Morán, "ante la sospecha que se estuviera ante un hecho de contrabando, se realizó un rastrillaje en la zona en busca de mercadería que podrían haber descartado, pero no hallamos nada. Del mismo participaron efectivos de Drogas Peligrosas, Seguridad Rural y la TOE", explicó. "Drogas Peligrosas realizó pericias químicas dentro de la aeronave para detectar si en la misma se transportaba algún tipo de estupefacientes y también dio negativo", precisó el alto jefe policial. Y muchos de los peritajes que se le realizaron a la máquina se hicieron para cortar las suspicacias. También se convocó a la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil.
Y de Buenos Aires llegaron dos peritos de la Fuerza Aérea que analizaron el Cessna. "Lo que dicen los peritos es que el aterrizaje se debió a una falla mecánica. Que el avión no estaba en condiciones, que le faltaba mantenimiento y que carecía de papeles. Y además hubo una negligencia completa del piloto", precisó Morán.
La aeronave no tenía hoja de vuelo. Es decir, es imposible saber si en realidad partieron, como aseguran, del aeroclub de Corral de Bustos y si iban hacia Gálvez. El plan de vuelo queda asentado en el aeroclub antes de la partida. Según fuentes policiales consultadas, no hay registro alguno en la estación aérea cordobesa de la partida del Cessna accidentado. Pero otras fuentes aseguran que la nave estaba esta semana en los hangares cordobeses.
Dos GPS secuestrados
En los bolsos que llevaban los detenidos había dos aparatos de GPS (Global Positioning System), que fueron secuestrados. Si el piloto no borró la memoria, se podría seguir la ruta de vuelo realizada. "Lo que comentó uno de los paraguayos es que es un intermediario que quería comprar o alquilar la aeronave y entonces salieron a probarla", confió un pesquisa. "No nos contó para que quería alquilarla", precisó el vocero.
"Lo que dicen los peritos es que no había espacio para transportar contrabando", comentó un investigador. "Además, este avión figuraba no apto para volar desde 1989. Y a estos bichos hay que hacerle una revisión obligatoria una vez al año", explicó. "La aeronave no tiene papeles. No se sabe quién es el dueño. El último registro es que era de un club de paracaidistas llamado Aguilas Blancas, que está cerca de Capilla del Monte. Pero hay que ver quién lo tiene ahora", completó.
"La verdad es que lo único que nos trajo este avión fueron sospechas", se sinceró otro investigador. La causa quedó en manos del juez de Instrucción, Eduardo Filocco.
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Fotos
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La aeronave quedó con su tren delantero inutilziado y su hélice dañada a unos 800 metros de la ruta nacional 34.
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