El deporte rosarino, de luto

Ayer falleció Carlos Varela, un referente de la lucha

Hace meses venía sufriendo una enfermedad que atacó su sistema nervioso central de tipo degenerativa que le trajo distintos problemas hasta que falleció. Hasta el momento de despedirse de sus afectos dejó su sello: el jueves por la noche unos amigos lo llevaron a su Eurogym de calle Pueyrredón, donde empezó a construir su sueño y comió un asado con ellos. Después volvió a su casa, abrazó a su mujer, estuvo con sus hijos y se durmió. Ahí lo encontró la muerte.

La lucha fue su deporte. En su época, estando bien entrenado, era imposible ganarle y fue uno de los mejores representantes que tuvo la ciudad.

"Carlos se destacó en muchos deportes porque tenía una plasticidad y una habilidad que le permitía hacer todo y bien. Le decían el Gato, y más allá sobresalir en todas las ramas siempre se lo recordará por su forma de ser, ella con la que cosechó muchísimos amigos", lo recordó Luis Zanni, uno de sus tantos amigos.

"Vivió en Europa un tiempo y volvió al país en 1988. Ese año armó su gimnasio con mucho esfuerzo con la ayuda del Gallego Martínez, compañero de lucha en Provincial, que fue quien le hizo las primeras máquinas que tuvo", continuó el Colorado quien después remató la idea diciendo que "Carlos transformó sus gimnasios en clubes. Trató de traducir en ellos, todo lo que vivió en su club de la infancia".

Desde que dejó de competir, siempre apoyó a la lucha y trató, junto a Claudio Melita, de nuclear a sus cultores para que el deporte no se pierda en el olvido.

Ayer se murió Carlos Varela, un excelente deportista, un tipo de mate y pantalones cortos y el deporte rosarino llora su pérdida.