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 miércoles, 02 de agosto de 2006  
Oscuro desenlace de una persecución
Otro testimonio compromete a policías en una balacera
Un nene de 13 años herido por un disparo contó a un juez que ni él ni su cuñado, también baleado, tenían armas. Y que les tiraron cuando habían detenido el auto

"No teníamos armas en el auto y los policías nos dispararon cuando el vehículo en el que íbamos ya estaba detenido". Eso fue lo que escuchó, palabras más o menos, el juez de Instrucción Osvaldo Barbero de boca del nene de 13 años que fue alcanzado por una bala policial en un confuso incidente en el que también fue herido su cuñado, el pasado 22 de julio. Esa tarde, según el acta preventiva de la policía, en La Paz entre Iriondo y Crespo, un par de patrulleros dieron alcance al auto que perseguían después de ver que su conductor salía de comprar drogas en un local de zona sur. Entonces, dijeron los uniformados, repelieron el ataque a balazos del hombre, Adrián Dagnino, de 33 años, quien finalmente fue alcanzado por un disparo en el tórax mientras el menor recibió un tiro en la frente.

Según voceros tribunalicios, los dichos del menor ante el juez fueron coincidentes con lo declarado por Dagnino, quien explicó ante Barbero que fueron atacados sin que ofrecieran resistencia y que el revólver calibre 38 que le atribuyen en el acta de procedimiento policial, les fue plantado.

Un pibito menudito, de rostro angelical, rapado y con un vendaje sobre su cabeza esperaba ayer al mediodía en la puerta del juzgado de Instrucción No13. Era el nene de 13 años que iba en el auto de Adrián Dagnino la tarde del sábado 22 de julio cuando en La Paz al 3300, tras una cinematográfica persecución policial, fueron baleados por efectivos del Comando. El nene estaba acompañado por dos mujeres y en sus manos llevaba las placas radiográficas donde claramente se ve el plomo que tuvo alojado en la cabeza. Un plomo que, según fuentes de la causa, desapareció después de que se lo extrajeran en un sanatorio privado. Por lo tanto no podrá ser peritado para saber de qué arma partió.

Por este incidente, Dagnino está formalmente imputado de resistencia calificada a la autoridad y tenencia ilegal de arma de guerra. Ambos delitos no excarcelables. Esto es porque el acta de procedimiento, a partir de la que comienza la investigación judicial y que es escrita por los efectivos policiales que participaron del hecho, consigna que Dagnino disparó al verse cercado por dos patrullas que lo persiguieron por varias cuadras en jurisdicción de la seccional 13ª. Dagnino está internado en una clínica privada y se repone del balazo que le perforó el pulmón izquierdo y de varios golpes que tiene en el cuerpo.

El lunes, el juez Barbero le tomó declaración en la clínica a Dagnino, quien es uno de los dueños de la ortopedia de Rioja al 1400. El comerciante reconoció que es consumidor de droga, que había ido a un local de Avellaneda y Deán Funes a adquirir cocaína y que cuando se marchaba del lugar fue interceptado por un patrullero. Que intentó escapar hasta que en La Paz e Iriondo chocó con otro móvil policial. Allí, le contó al juez Barbero, fue acribillado a mansalva por los policías cuando estaba dentro de su Fiat Tipo. Según dijo, estaba indefenso y no había armas en el auto.

"El chico le contó a Barbero que en el auto no había armas y que fueron baleados por los policías", consignó una fuente tribunalicia. El pibe herido, que estuvo internado seis días en el Hospital Español, fue escuchado por el magistrado ya que por su edad, ni siquiera puede prestar declaración como testigo.

El pibe es hermano de la novia de Dagnino y estaba de visita en la ciudad. En la escuela fueguina de Río Grande en la que cursa el EGB, el muchacho participó en un concurso escolar sobre la presencia argentina en la Antártida. No ganó -el primer premio era un viaje a la base Marambio-, pero salió segundo y logró un pasaje aéreo a Buenos Aires. Fue entonces que se llegó hasta Rosario para conocer la Cuna de la Bandera. Y así se vio envuelto en el incidente.

Resta conocer cuándo el juez Barbero le tomará declaración a los cuatro efectivos del Comando Radioeléctrico que participaron de la persecución y esperar las pericias planimétricas de Gendarmería Nacional a fin de reconstruir la trayectoria de las balas. Así se sabrá si hubo tiroteo o si las balas sólo provenían de uno de los bandos, lo que transformaría el incidente en una respuesta desmedida.
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El Fiat en el que iban Dagnino y el pibe de 13 años.


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