A 4 años de la muerte de Carlos Gauna

Piden 12 años de prisión para policía acusado de homicidio

El agente Rubén Darío Blanco está acusado del crimen ocurrido el 8 de agosto de 2002 en Ludueña

La fiscal Alicia Donni de Donati pidió que el policía acusado de matar de un balazo al joven Carlos Gauna, en uno de los hechos paradigmáticos de gatillo fácil en la ciudad, sea condenado a 12 años de prisión por homicidio. El expediente se encuentra en trámite en el juzgado de Sentencia Nº2, a cargo de Antonio Ramos, magistrado que deberá imponer la pena de rigor si es que lo declara culpable.

El dictamen de Donati tiene al agente del Comando Radioeléctrico Rubén Darío Blanco como el principal responsable de la muerte del muchacho, pero también incluye penas de tres años de cárcel para los oficiales Carlos Antonio Gómez y José Alfredo Soria, también de la Unidad Regional II, imputados de los delitos de encubrimiento y falsedad de instrumento público. Esto es por falsear declaraciones sumarias para beneficiar a Blanco.

Finalmente, la fiscal solicitó penas de seis meses de prisión de ejecución "condicional" para dos civiles acusados de tentativa de hurto agravado.

Con respecto a Blanco, la funcionaria judicial decidió imputarle homicidio simple, un delito que prevé una pena de cárcel de 8 a 25 años. Para la fiscal, en todo el proceso judicial se pudo acreditar la responsabilidad de Blanco en la muerte del muchacho, que recibió un disparo en la cabeza. Por ese motivo, evaluó que debe pagar con doce años de encierro.

El dictamen de la fiscal ya se incorporó al expediente principal, que ya acumula 9 cuerpos. Ahora el representante legal de la familia Gauna, Carlos Varela, adelantó que pedirá un resarcimiento económico para la madre del muchacho por la pérdida de su hijo, cuestión que también tendrá que evaluar el juez Ramos en caso de que llegue a un fallo condenatorio.

"Vamos a pedir una resolución acorde con los años que han pasado y con el daño psicológico y moral que sufrió Gladys por este episodio", sostuvo el letrado en lo concerniente al denominado reclamo civil.

El 8 de agosto de 2002 Carlos Gauna tenía 20 años. Esa noche, el joven se encontraba en el terreno de una fábrica abandonada de barrio Ludueña junto a un amigo. En un momento el dueño de una casa vecina al predio llamó a la policía ante el temor de un robo porque vio a dos muchachos trepados a su tapial. Entonces llegó una patrulla ocupada por Blanco y su compañero. Desde lo alto del tapial, el uniformado tiró a los pastizales y Gauna cayó herido de un disparo en la cabeza.

En su descargo ante la Justicia, Blanco argumentó que usó su arma reglamentaria para defenderse porque le habían disparado desde el baldío. En principio la investigación concluyó que el policía había actuado en defensa propia y entonces el juez Luis María Caterina decidió archivar la causa. Pero los familiares del chico fallecido, a través de su abogado patrocinante, lograron que la Cámara de Apelaciones en lo Penal ordenara una nueva y más amplia investigación.

A partir de ese fallo, el expediente quedó a cargo de Jorge Eldo Juárez, quien entendió que no hubo tiroteo y procesó directamente a Blanco como autor de homicidio, y a Gómez y Soria como encubridores. La nueva pesquisa reveló que a Gauna "le plantaron" un arma y una pericia realizada por Gendarmería Nacional sostuvo que no hubo intercambio de disparos.

Desde entonces, Blanco permanece detenido. La última novedad previa al dictamen de la fiscal fue el pedido realizado por el abogado defensor del policía para que su cliente permaneciera en libertad mientras se realiza el juicio. Primero la fiscal y después el juez Ramos rechazaron ese beneficio, al argumentar que el delito imputado al agente "es demasiado grave".

Gladis Gauna encabezó un sinnúmero de marchas para reclamar justicia.