Viejros del tiempo

Teléfono al Rosario. Por decreto de ayer el P. E. ha aprobado la transferencia hecha por el señor Daniel Mackinlay a la Compañía Telegráfico-Telefónica del Plata de la concesión que le fue acordada para construir una línea al Rosario de Santa Fe. La misma empezará a realizarse muy en breve y es de esperar que dentro de algunos meses se pueda hablar con toda facilidad con la ciudad de Santa Fe.

Y todo por cinco pesos. Hay ciertas personas que tienen un exceso de delicadeza que en verdad asombra. Así es, por ejemplo, la mucama Baldomera Hillon, soltera, de 22 años de edad, quien por haber gastado cinco pesos de su patrona y por no saber cómo reponerlos intentó suicidarse ayer por la mañana. Con ese fin bebió una fuerte dosis de mercurio, la que en el acto le produjo grandes vómitos, gracias a los cuales el tósigo no pudo ejercer sus fatales efectos. Baldomera fue atendida por el doctor Pizarro y se instruye el sumario correspondiente.

Torneo de ping-pong. Muy satisfecha se encuentra la comisión organizadora del primer gran torneo de ping-pong que se iniciará en el salón del colegio San Bartolomé bajo los auspicios del club Atlético del Rosario por la gran cantidad de inscriptos, los que ya alcanzaron a los ciento veinte. Mientras tanto, el ping-pong, la ingenua, casi pueril diversión, se practica con entusiasmo en la mayoría de las casas de familia.

El tránsito por las veredas. Raya en lo abusivo lo que a diario vemos en el tránsito por las veredas. Cualquier pinche de cocina lleva una mugrienta vianda y sin importarle un comino roza con su utensillo la ropa de los transeúntes. Y a esto hay que agregar el infinito número de los que llevan a cuestas grandes bultos como ser baúles, chapas de zinc, vidrios, cajones, catres, colchones, etcétera, sin que nadie los moleste en lo más mínimo. ¿Dónde está la ordenanza vigente que prohíbe esto? ¿En el archivo?

Ni miope ni ciego. En la calle 9 de Julio entre Maipú y San Martín existe un conventillo de donde a diario se arrojan aguas servidas que forman un verdadero lodazal. Puede verse la vereda y la canaleta de la calle inundadas por esas aguas pútridas. Mientras tanto, todos ven esto menos el inspector municipal de esa sección, que no creemos que sea miope ni ciego.

¡Al galope! En San Lorenzo, por no citar otros pueblitos, no se galopa por las calles so pena de ir preso y oblar la correspondiente multa. Aquí, en la muy culta y populosa ciudad del Rosario, es de ver cómo en plena calle Córdoba, San Martín y otras principales se galopa a cualquier hora sin que ningún agente detenga al jinete como es su deber.

Peligro público y desidia privada. En la calle 1º de Mayo entre boulevard Argentino y Cochabamba existe un pozo de balde sin brocal que constituye un gravísimo peligro para los transeúntes y vecinos. Vez pasada desapareció una criatura de la vecindad y no se sabe si habrá caído en la trampa pues, según nos dicen, sus padres hicieron bien poco por buscarla.

Investigación y realización Guillermo Zinni ©

La Capital 1900/1905