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miércoles,
02 de
agosto de
2006 |
Lifschitz llamó a trabajar “todos juntos” por los que más sufren
El intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, llamó a trabajar “todos juntos” para dar una respuesta a la gente que más sufre en el país ya que “la lucha contra la pobreza y la exclusión no admite diferencia de responsabilidad ni diferencias políticas” al hablar en el acto de inauguración de 232 viviendas en el barrio El Eucaliptal, acto adonde también asiste el presidente Néstor Kirchner.
Luego de saludar a las autoridades, Lifschitz indicó que “siempre es un orgullo recibir al presidente de la Nación, pero con mayor razón cuando lo hacemos ara desarrollar un acto de habilitación de un conjunto de viviendas que forman parte de un proyecto estratégico para la ciudad y que tiene que ver con darle una oportunidad a las familias que tienen mayores necesidades, a aquellas familias humildes que merecen una oportunidad de encarar una nueva vida. Rosario sufrió, como la región y otros ciudades del país las consecuencias de politicas neoliberales que dejaron una secuela de pobreza, de desocupación, de exclusión social, de migraciones internas y más de 100 asentamientos en toda la periferia y aún en lugares centrales de Rosario. Más de 25 mil familias viviendo en condiciones de hacinamiento”
El titular del Palacio de los Leones agregó que “por eso, varios años atrás nos propusimos el objetivo de posible pero ambicioso de soñar una ciudad sin villas miserias, sin asentamientos, con ciudadanos de primera, donde todos los vecinos tuvieran alternativas para tener una vivienda digna y tener las mismas posibilidades del resto de los vecinos de la ciudad. Por eso surgió Rosario Hábitat, que tiene ese objetivo y esa meta. Hoy, con un apoyo importante del gobierno nacional y con una financiación del Banco Interamericano de Desarrollo”.
Lifschitz destacó sin embargo que esta “es nada más que una tercera parte del problema. Por eso seguimos con la esperanza de contar con el mismo apoyo para poder encarar una segunda y una tercera etapa para poder contar con una ciudad distinta en ocho o diez años. Para que los rosarinos y la gente que vino de otras provincias tengan la posibilidad de vivir una vida distinta. Esto es posible porque trabajamos en conjunto, porque la lucha contra la pobreza y la exclusión no admite diferencia de responsabilidad ni diferencias políticas. Allí tenemos que estar todos juntos para dar una respuesta, la respuesta que merece la gente que más sufre en este país”.
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