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 miércoles, 08 de febrero de 2006  
Oportuno. La bajante en Mar Chiquita permitirá acortar los plazos para alcanzar la cota histórica del espejo de agua
El bombeo de La Picasa será puesto en marcha por tres gobernadores
Obeid acordó con Solá detalles del saneamiento de la laguna, cuyo nivel se prevé bajar a la mitad

El gobernador Jorge Obeid mantuvo un prolongado encuentro con su par de Buenos Aires, Felipe Solá, en cuyo transcurso acordaron aprovechar la bajante de la laguna Mar Chiquita para la puesta en funcionamiento del sistema de bombeo que permitirá bajar el nivel de las aguas de la laguna La Picasa.

En la oportunidad Obeid invitó a Solá para presidir juntos el acto de inicio de los trabajos para la extracción del excedente hídrico el próximo día 16.

El mandatario santafesino dijo que durante las conversaciones se acordaron también diferentes detalles de la operación y que cuando se inicien los trabajos también estará presente el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.

El mandatario santafesino estuvo acompañado por el ministro coordinador, Rubén Michlig, y el gobernador bonaerense por su jefe de gabinete, Mariano Oporto, y los ministros de Economía, Gerardo Otero, y de Infraestructura, Viviendas y Servicios Públicos, Eduardo Sícaro.

Al término del encuentro Obeid puso de relieve la excelente relación que mantiene con Felipe Solá señalando que la misma se remonta a su primera gestión cuando el bonaerense era titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y que se ha mantenido desde entonces.

También comentó que hace 15 días se comunicó telefónicamente con Solá para hacerle saber sobre la conveniencia de aprovechar la bajante de la laguna Mar Chiquita para poner en funcionamiento el sistema del llamado canal alternativa norte -que Santa Fe construyó durante su primera gestión en la Casa Gris- poniendo en marcha la unidad de bombeo.

En ese sentido señaló que la situación de la laguna bonaerense se produce en un momento que resulta muy oportuno, por cuanto si las bombas comienzan a funcionar en estos días es posible acortar los plazos para que la extracción de agua permita alcanzar los niveles históricos de La Picasa antes de lo previsto.


Tres provincias
La cuenca de La Picasa tiene unas 550 mil hectáreas, de las cuales 210 mil (38%) pertenecen al territorio santafesino, 250 mil (46%) a Córdoba y 90 mil (16%) a Buenos Aires y registra una franja deprimida central que ostenta un desnivel hacia la laguna.

En su configuración histórica el espejo de agua poseía unas 2.400 hectáreas con una cota de 98,50 sobre el nivel del mar. Luego en 2001, en su máximo nivel, alcanzó una cota de 105,30, abarcando una superficie de 40 mil hectáreas. Actualmente posee una cota de 103,50 y una superficie de 23 mil.

Con las obras alternativa norte e internas de la cuenca La Picasa y el enlace cañada de Las Horquetas (alternativa sur), el proyecto ejecutivo estima que la cota oscilará entre 98,50 (cota de espera) hasta 102,50, inundando 17.500 hectáreas. La cota máxima prevista de 102,50 está calculada para una recurrencia de 100 años.

La puesta en funcionamiento de la estación de bombeo y canal alternativa norte permitirá la deposición del excedente hídrico por un conducto ordenado que facilitará la recuperación de una extensa área productiva de la cuenca de La Picasa y de las superficies adyacentes al lugar de emplazamiento del canal (distritos de Christophersen, María Teresa, Diego de Alvear, San Gregorio y Teodelina).

Además, acelerará el tiempo de espera de la laguna (cota 98,50), para otorgar un margen de seguridad a las obras de alteo de la ruta nacional 7 y las vías del ferrocarril Buenos Aires-Mendoza bajo concesión de All; todo esto en forma conjunta con los trabajos que se ejecutan en las obras internas de la cuenca y la alternativa sur.

La evacuación de La Picasa se produce por el funcionamiento de una estación de bombeo y un canal interlagunar en el cual circularán cinco metros cúbicos por segundo, garantizándole a la provincia de Buenos Aires el mantenimiento del caudal acordado.
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Todas las esperanzas están puestas en el conjunto de tres bombas electromecánicas que se instalaron para sacar el agua.

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