Conductores peligrosos. En algunos casos hay resistencia y debe intervenir el personal policial

Alarma por los resultados de controles de alcoholemia en Villa Constitución

En dos operativos de fin de semana fueron incautados más de 25 autos y otras tantas motocicletas

Osvaldo Flores / La Capital

Villa Constitución.— En sendos operativos de control de alcoholemia realizados en los dos últimos fines de semana, personal municipal apoyado por efectivos policiales incautaron más de 25 automóviles y otras tantas motocicletas y ciclomotores cuyos conductores excedían largamente el dosaje permitido de alcohol en la sangre. Según el personal interviniente en algunos casos los infractores se resistieron y debieron ser detenidos por la policía, y uno de ellos hasta embistió y causó heridas leves a uno de los inspectores comunales.

  “Pese a contar con escasos agentes estamos realizando controles con equipos alcoholímetros los sábados por la noche y domingos por la madrugada, con resultados que alarman por la cantidad de test positivos entre los conductores, fundamentalmente jóvenes”, reveló Mario Guidetti, uno de los jefes de Inspectoría General del municipio.

  En efecto, los aludidos operativos se han llevado a cabo hasta ahora en la zona céntrica de la ciudad y especialmente en las esquinas de Colón y 14 de Febrero y Colón y Acevedo, salidas obligadas para automovilistas que concurren al boliche bailable Costa Manolo, ubicado en la zona portuaria.

  “Estamos haciendo una tarea muy buena y a conciencia, aunque no exenta de peligro ya que algunos infractores se ponen violentos cuando se detecta que están alcoholizados y entonces se resisten. En esos casos interviene el personal policial que nos acompaña, y algunos hasta han debido ser conducidos esposados a la comisaría”, refirió Guidetti.

  Según aseguraron inspectores municipales, en la mayoría de las infracciones detectadas el nivel de alcohol “no representa una simple copita demás, es común que el test arroje por lo menos el doble o más de lo permitido, que es de 0,50 miligramos”.

  Cuando un conductor es sorprendido en esas condiciones, el vehículo es remitido al corralón municipal y sólo puede ser retirado mediante el pago de una multa mínima y los gastos de acarreo, que en total suman unos 210 pesos.

  “Por ahora estamos cobrando una multa que es mínima, pero los conductores reincidentes serán pasibles de multas mayores y hasta pueden sufrir el retiro de su carné de conducir”, advirtió una fuente del Juzgado Municipal de Faltas.

  En relación al carácter violento de algunas situaciones durante los operativos de control, un informe policial emanado ayer da cuenta de sendos episodios con esas características.

  En el primero de los casos, registrado el domingo pasado a las 6.15 en la esquina de Colón y Acevedo, personal del Comando Radioeléctrico debió actuar para detener la marcha de un automóvil Gol, color azul, dominio RUO 319.

  “El chofer de ese vehículo hizo caso omiso a la orden impartida por uno de los inspectores y lo embistió, lesionándolo levemente. El test de alcoholemia resultó positivo y el sujeto propinó insultos al personal actuante, por lo que fue detenido y trasladado a sede policial”, informó mediante un parte la Unidad Regional VI. El detenido fue identificado como Walter Imboden, de 21 años, domiciliado en San Nicolás.

  En el segundo de los casos, a las 6.50, en la misma esquina, el conductor de un Renault Clío también se resistió al control de alcoholemia —que resultó positivo— y fue detenido por la policía.

  “Ante el cariz que están tomando algunos de estos casos, esta semana mantendremos una reunión con las autoridades policiales para diagramar los operativos futuros de control de alcoholemia”, señaló Guidetti.

¿Guardavidas?
Mientras el cronista de La Capital esperaba en el anexo municipal para entrevistar a Guidetti fue testigo de una situación al menos singular. Uno de los vehículos incautados la noche anterior por inspectores municipales estaba siendo retirado por su propietario, un joven que, paradójicamente, lucía una remera con inscripciones que daban cuenta de su presunta profesión: guardavidas.

Los operativos permitieron detectar muchos conductores alcoholizados.