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martes,
07 de
febrero de
2006 |
Bergoglio negó
que haya malestar
de la curia local con el Vaticano
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Jorge Bergoglio (Buenos Aires), negó ayer que exista malestar por los recientes nombramientos de obispos, algunos de los cuales no figuraban en las ternas remitidas oportunamente a Roma.
El purpurado porteño consideró, además, que es "una posibilidad abierta" el encuentro con el presidente Néstor Kirchner, con quien no se reunió en 2005 por diferencias de apreciación en el caso Baseotto y por un documento del Episcopado donde se advertía sobre posibles "manifestaciones violentas" a raíz del ensanchamiento de la brecha social.
"Se hizo una lectura política de un situación que es eclesial", se quejó el primado de la Argentina a su arribo al aeropuerto de Ezeiza, tras un viaje al Vaticano que incluyó versiones encontradas sobre una audiencia con el Papa Benedicto XVI, y que voceros eclesiásticas definieron como "difícil".
El purpurado porteño consideró que "todas" las decisiones del Papa en cuanto al perfil que debían tener los obispos argentinos estaban "bien hechas", e insistió en que las especulación sobre un conflicto en este sentido no corresponden al "espíritu eclesial" que prima en la Iglesia.
También rechazó que se haya disgustado por el nombramiento de monseñor Oscar Sarlinga en la diócesis de Zárate-Campana, al definirlo como un "excelente obispo".
Bergoglio llegó al país en medio de una polémica por la designación de obispos, en su mayoría catalogados como conservadores, y por la incertidumbre que existiría en el seno del Episcopado por una decena de cargos en sedes vacantes que resta cubrir.
"En el Episcopado hay gran espíritu de comunión, nos entendemos muy bien. Por supuesto, sobre diversos aspectos hay diversos pareceres, pero se tratan como hermanos, en espíritu de comunión", enfatizó Bergoglio.
Los prelados más cuestionados, aunque el viernes recibieron el respaldo de sus antecesores, son monseñor José Luis Mollaghan y Fabriciano Sigampa, nombrados como arzobispos de Rosario y de Resistencia, respectivamente.
Ambos recibieron ayer una comunicación telefónica del cardenal Bergoglio.
"Tuvo la gentileza de llamarme para decirme que nada de lo que se está diciendo es cierto y que había viajado a Roma por otras cosas", reveló monseñor Sigampa, en declaraciones al Canal 2 de televisión de La Rioja, ciudad en la que reside hasta que asuma su nuevo cargo.
El arzobispo aclaró que "no he buscado el ascenso, como piensan muchos y tampoco me nombró el gobierno. Solamente acepté la voluntad del Papa, que me ha pedido que aceptara este ofrecimiento". (Télam)
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