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martes,
07 de
febrero de
2006 |
Un meteorito prehistórico generó olas de 90 metros
El meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios, de diez kilómetros de diámetro, atravesó la atmósfera terrestre a 250.000 kilómetros por hora y generó un tsunami con olas de 90 metros de altura. Fue hace 65 millones de años, cuando la enorme bola de fuego cayó sobre la península del Yucatán, en México.
Las dos extinciones masivas principales ocurrieron hace unos 250 millones de años (crisis permotriásica) y hace 65 (finicretácica). Esta última es la más conocida, y corresponde al momento de extinción de los dinosaurios, según precisaron ayer científicos españoles.
En ese marco, José Luis Sanz, catedrático de la Unidad de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los principales expertos españoles en su área, desgranará en una conferencia las causas de las extinciones masivas ocurridas en nuestro planeta, evidenciadas por grandes catástrofes, como por ejemplo la caída del gran meteorito.
Una de las causas más admitidas de esta extinción es el impacto de un meteorito en la península de Yucatán (México). Hace unos 65 millones de años, un objeto de unos diez kilómetros colisionó contra la costa del golfo de México produciendo un cráter que, inicialmente, tenía entre 80 y 100 kilómetros de diámetro y de 20 a 40 kilómetros de profundidad. A una velocidad de hasta 250.000 kilómetros por hora, atravesó la atmósfera en pocos segundos, generando un terremoto de magnitud 13, un tsunami con olas de hasta 90 metros de altura e inyectando a la atmósfera y a la estratósfera unos 21.000 kilómetros cúbicos de polvo y fragmentos de roca.
Cuando la materia sólida incandescente retornó a la superficie provocó graves incendios. El polvo acumulado impidió la llegada de la radiación solar durante meses, con graves consecuencias para plantas y animales.
Este aterrador relato ha podido ser reconstruido mediante evidencia geológica diversa: geoquímica, geofísica y sedimentológica. La crisis finicretácica supuso la extinción de numerosos organismos, tanto en los ecosistemas terrestres como en los acuáticos. No obstante, no todos los dinosaurios se extinguieron. Las aves, un grupo especializado dotado de alas y plumas, sobrevivió a la crisis, llegando hasta nuestros días. (Reuters)
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