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martes,
07 de
febrero de
2006 |
Atención en el
Hospital Provincial
En el mes de octubre del año pasado me encontraba, a las 7.30, junto a otras personas en un largo y frío pasillo del Hospital Provincial. Mientras allí esperaba, una persona con chaquetilla blanca indicaba a algunos de los allí presentes, con muy buen trato, dónde debían sellar sus órdenes. Cuando llegó mi turno para ser atendida, me encontré que el radiólogo era la misma persona que había ayudado a los que ignoraban los pasos a seguir. Estuve bastante tiempo en la sala de rayos; al cambiar de lugar para seguir con otras placas, me indicó que me abrigara pues hacía frío. Siempre fue atento, explicándome cada toma. Al salir de allí le pregunté su nombre, lacónicamente me contestó: John. Gracias John por tu profesionalismo y tu calidez. Tenés la sensibilidad que nosotros, los pacientes, agradecemos de corazón, cuando por una causa u otra debemos ser atendidos en hospitales.
Alba Hidalgo
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