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domingo,
05 de
febrero de
2006 |
Al margen
En su flamante libro "Tratado de ateología", el polémico ensayista francés Michel Onfray reivindica el ateísmo y critica los textos sagrados del cristianismo, el judaísmo y el islamismo, que a su juicio tienen en común "el odio hacia las mujeres, a la inteligencia, a la razón, a los libros, a la carne y a la libertad".
"El judaísmo, el cristianismo y el islamismo corrompen por igual la vida de millones de individuos en el planeta; fomentan guerras, conflictos, odios dirigidos contra uno mismo, los otros y el mundo; predican amor al prójimo y dan sablazos a diestra y siniestra", sostiene Onfray.
A partir de este argumento, cuya contundencia no deja lugar a la ambigüedad, Onfray construye una obra que trabaja sobre la hipótesis de que el ateísmo es la posición ética adecuada para mejorar las relaciones del ser humano con sí mismo y con su entorno.
El filósofo sostiene que esta vía alternativa recoge ideas como la libre disposición del cuerpo, que incluye el aborto o la curación genética; la igualdad amorosa, que contemplaría el derecho al matrimonio homosexual, la igualdad ante la ley o la existencia construida en base al ocio y no al trabajo.
El análisis crítico de la religión lleva también a Onfray a rechazar el capitalismo en su forma actual: "el cristianismo ha sido siempre cómplice de la explotación y ya en los textos de San Pablo aparece muy claro cuando dice que todo el poder emana de Dios y el que se enfrenta al poder, se está enfrentado a Dios".
"Tratado de ateología", que desde hace varias semanas encabeza la lista de los más vendidos en Francia e Italia, ya ha cosechado insultos y dos libros en contra.
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