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domingo,
05 de
febrero de
2006 |
La Casa Rosada ajusta sus números de cara al Consejo de la Magistratura
Rossi podrá contar en su
haber con los votos de
dos legisladores adolfistas
Serán los suplentes transitorios de Lemme y Franco
Damián Nabot
Una disposición reglamentaria devolvió al oficialismo de la Cámara de Diputados la esperanza de recuperar dos votos a favor de la reforma del Consejo de la Magistratura, que había dado por perdidos.
El lunes pasado, cuando se supo que los diputados adolfistas Hugo Franco y Alicia Lemme abandonaban la Cámara baja para transformarse en funcionarios del Ejecutivo provincial, el kirchnerismo recibió la noticia con desazón.
El presidente del bloque, Agustín Rossi, incluía a ambos en la lista de votos a favor que trabajosamente había recopilado en las negociaciones de diciembre y enero.
En vez de renunciar a sus bancas, Franco y Lemme pidieron licencia y, por ello, el oficialismo interpretó que inexorablemente había perdido dos votos.
El artículo providencial
Sin embargo, el miércoles pasado, los conocedores del funcionamiento parlamentario acercaron a Rossi el contenido del artículo 21 del reglamento de la Cámara de Diputados.
Allí se establece que, cuando un legislador pide licencia para asumir un cargo ejecutivo, "la Cámara podrá disponer la incorporación del diputado suplente, quien cesará en sus funciones cuando se reincorpore el titular".
El descubrimiento devolvió el entusiasmo al oficialismo, que de inmediato se comunicó con los operadores puntanos para transmitirles la noticia e impulsar el ingreso de los suplentes de Franco y Lemme.
La semana próxima, el senador Adolfo Rodríguez Saa y el jefe del bloque de diputados adolfistas, Luis Lusquiños, se reunirán en la Capital Federal para resolver la situación.
Un antecedente cercano
El antecedente más cercano aparece con la licencia de Graciela Ocaña, quien dejó la cámara para asumir como interventora del Pami.
Cuando el ARI levantó la voz contra la decisión, el entonces presidente de la Cámara, el justicialismo Eduardo Camaño, ofreció a la fuerza encabezada por Elisa Carrió nombrar interinamente al suplente. Pero el ARI se negó porque argumentó que su crítica no apuntaba a recuperar la banca sino a cuestionar una práctica que consideraba abusiva.
Más allá de los pormenores administrativos, las idas y vueltas en torno a los dos votos adolfistas demuestran ahora que los números oficialistas para aprobar la reforma del Consejo siguen apareciendo como ajustados.
Por mandato constitucional, el kirchnerismo necesita una mayoría especial de 129 votos para reformar el Consejo. El bloque Frente para la Victoria-PJ tiene 118 votos propios y, por lo tanto, se ve obligado a buscar alianzas con otros sectores políticos.
La sesión está prevista para el 22 de febrero. El oficialismo quiere que, lo antes posible, el PJ bonaerense garantice el acompañamiento de una decena de votos a favor para dar por cerrada la búsqueda y avanzar cómodamente hacia la sesión.
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Rossi confía en darle la alegría al presidente Kirchner de imponer el proyecto oficial.
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