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domingo,
05 de
febrero de
2006 |
La tragedia de los pobres y desesperados
Belen Comia sólo quería una vida mejor. Pero sus sueños de ganar uno de los mayores premios en un popular juego de televisión en Filipinas terminaron al ser aplastada hasta morir durante una estampida en un estadio de Manila.
"Mi madre pensaba que esta era nuestra oportunidad de mejorar nuestras vidas", relató el hijo de 20 años de Comia, que lloraba sin consuelo junto al cadáver de su madre. "Realmente esperaba ganar uno de los grandes premios, y ahora esto", agregó.
Una anciana, que se identificó sólo como Sonia, afirmó que la gente sin recursos "realmente no tiene otra opción que hacer cola aquí para intentar participar en los juegos del programa. Mi marido es pescador, yo soy manicura y no hay otra manera de ganarnos el sustento".
Según los datos del gobierno, más del 35 por ciento de los 85 millones de filipinos vive con menos de dos dólares al día, pese a los anuncios oficiales de mejoras y aumento del empleo. Las encuestas muestran sin embargo que un 75 por ciento de los filipinos se consideran a sí mismos como "pobres" o "muy pobres".
Las informaciones oficiales señalan además que un 43,4 por ciento de la población filipina no cuenta con un techo estable bajo el que vivir, en tanto que los desempleados ascienden a 2,6 millones según cifras de octubre de 2005.(DPA)
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