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 domingo, 05 de febrero de 2006  
La transición. La concesión comenzó en diciembre de 1995
Diez años de promesas varias, renegociaciones y muchos desencuentros
Obeid acordó con Suez, y luego terminó su contrato

La concesión de Aguas Provinciales de Santa Fe comenzó allá por el 5 de diciembre de 1995 y terminará este miércoles, aunque el reciente decreto 243 firmado días atrás por el gobernador Jorge Obeid selló el capítulo final de una larga historia de promesas, renegociaciones y cortocircuitos entre el grupo Suez y el poder concedente. Así, y tras la rescisión contractual a tan sólo una década de una concesión pensada por 30 años, sólo resta esperar si el reclamo de la empresa ante el Ciadi por más de 300 millones de dólares terminará recayendo sobre el bolsillo de todos los santafesinos. De lo contrario, se cumplirá la promesa del gobernador Obeid al señalar que en el litigio "nos asiste la razón".

La privatización del servicio de agua y cloacas en 15 localidades de la provincia fue impulsada por el entonces gobernador Carlos Reutemann, aprobada por la Legislatura a poco de finalizar su primer mandato y puesta en marcha en diciembre de 1995.

Tras el proceso licitatorio, el grupo conformado por Suez Lyonnaise de Eaux, Sociedad General de Aguas de Barcelona, Interaguas Servicios Integrales de Aguas, Banco de Galicia y el programa de propiedad participada se hizo cargo de la prestación en las ciudades de Santa Fe, Rosario, Rafaela, Esperanza, Gálvez, San Lorenzo, Funes, Capitán Bermúdez, Cañada de Gómez, Granadero Baigorria, Casilda, Firmat, Reconquista, Rufino y Villa Gobernador Gálvez.

A los dos años de concesión, el Ente Regulador de Servicio Sanitario (Enress), dictó la resolución 142/97, mediante la cual destacó que se estaban produciendo atrasos en el nivel de servicios de cloacas y en la expansión de los servicios de agua.

Vale aclarar que la ley 11.220, que fijó los parámetros de esta concesión, impuso que la empresa no pagara un canon, sino que se trató de un contrato de metas y objetivos, por el cual el concesionario se obligaba a alcanzarlos, independientemente de los medios utilizados para ello.

Esa razón fue la que llevó, también en 1999, a la firma de un decreto provincial que dispuso la apertura de una instancia renegociadora del contrato. Más tarde, el Ministerio de Obras Públicas provincial terminó suspendiendo los plazos previstos para el cumplimiento de las metas y objetivos.

La primer gran "concesión" del poder concedente al concesionario llegó el 28 de abril del 99, cuando por ley 11.665 se renegoció nuevamente todo el contrato y se acordó un aumento tarifario del 13,85 por ciento. Ese aumento estaba previsto para costear el gasto de las obras de cloacas en la ciudad, que nunca se hicieron, pero que le representó a Aguas Provinciales una suma millonaria de fondos frescos.

Esta renegociación, rubricada por el propio Obeid y por el entonces ministro de Obras Públicas Edgardo Berli (actual miembro del Enress), también reprogramó el cronograma de obras pautadas.

Más acá en el tiempo, el cambio en el escenario económico del país y la salida de la convertibilidad hicieron que en la segunda gestión de Reutemann al frente de la Casa Gris se dictara el decreto 221/02, que abría otro proceso de renegociación. Y tras diversos tironeos con intimaciones se impuso a la concesionaria que presentara un plan de obras. Pero en su segunda gestión, Obeid retrotrajo el contrato a la primera renegociación de 1999. El 1º de diciembre de 2004, Aguas planteó su necesidad de aumentar el 60 por ciento la tarifa para hacer viable su ecuación económico-financiera. De allí en más, la relación descarriló hasta su fin. En el medio quedaron declaraciones de alto voltaje, como las del propio Obeid, quien indicó que Aguas se iba a ir "en calzoncillos" de la provincia. En diciembre último, la Legislatura le dio las herramientas para poder contar con un plan B, frente a la retirada del grupo Suez. Así, y con la firma del decreto 243, el gobernador determinó la rescisión del contrato "por culpa del concesionario", abriéndole la puerta a la sociedad anónima Aguas de Santa Fe para hacerse cargo del servicio.
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