San Jorge: proponen que la ciudad homenajee al doctor Ramón Carrillo

San Jorge. - Un proyecto de ordenanza presentado en el Concejo de esta ciudad propone a la comunidad sanjorgense considerar a 2006 como el año homenaje al doctor Ramón Carrillo, cuya vida, dedicada a la ciencia y a la función publica, constituyó uno de los pilares fundamentales del sistema sanitario argentino y dejó un importante legado para la humanidad.

En consonancia con un decreto presidencial que impulsa una extensa lista de actividades y homenajes a realizarse durante el presente año a nivel nacional, la ciudad de San Jorge -que posee un dispensario con el nombre del primer ministro de Salud argentino-, adhirió a los recordatorios y propone llevar la iniciativa a la Legislatura para que se difunda la vida del galeno a nivel provincial, así como solicitar la adhesión de concejos y comunas de otras poblaciones.

La iniciativa busca que el 7 de marzo, cuando se cumplan cien años de su nacimiento, se realicen homenajes en todo el país. "En lo que respecta a nuestro ámbito, sería importante poder generar debates sobre los sistemas de salud de la ciudad y del departamento", explicó el autor de la iniciativa, el concejal Esteban Roglich del Partido Nuevo Frente San Jorge.

Para el edil "hay una gran cantidad de temas sanitarios que se deben discutir para que nuestro sistema de salud alcance un nivel acorde a la altura de los requerimientos", enfatizó y sostuvo que también alienta la idea de comenzar a trabajar hacia la concreción de un hospital regional.

Según un informe biográfico publicado por Marcos Ordóñez, el gran sanitarista argentino Ramón Carrillo nació en Santiago del Estero en 1906. Cursó estudios primarios y secundarios en esa ciudad y guiado y alentado por su vocación partió rumbo a Buenos Aires para iniciar la carrera de medicina en la que se graduó con honores en 1929.

Llegó por las circunstancias de la vida y de la historia a convertirse no sólo en el primer ministro de Salud Pública que tuvo la Argentina, sino en quien con el paso del tiempo sería reconocido como mentor y ejecutor del plan sanitario mejor diseñado y ejecutado en el país.

Se inclinó por la neurología y la neurocirugía y obtuvo una beca universitaria para perfeccionarse en Europa, donde trabajó e investigó junto a los más destacados especialistas del mundo. Después de una larga y prolífica trayectoria dedicada con absoluta intensidad a la medicina, llegó a dirigir la Secretaría de Salud Pública durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, que luego alcanzó el rango de Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación.

En ese cargo fue el artífice de una verdadera revolución sanitaria. Erradicó, en sólo dos años, enfermedades como el paludismo e hizo desaparecer prácticamente la sífilis y las enfermedades venéreas. Disminuyó el índice de mortalidad por tuberculosis de 130 por 100 mil a 36 por 100 mil, terminó con epidemias como el tifus y la brucelosis, y redujo drásticamente el índice de mortalidad infantil del 90 por mil al 56 por mil.