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 domingo, 29 de enero de 2006  
Dar coces contra el aguijón

Carlos Duclos / La Capital

Andaba Saulo de Tarso persiguiendo a algunos judíos que eran seguidores de Jesús y en un momento de su vida, puntualmente en un viaje a Damasco, se le presenta Jesús y le pregunta: “Saulo ¿por qué me persigues?” y a continuación añade algo que entraña una enseñanza y una profecía: “Duro es dar coces contra el aguijón”. El final de la historia todos la conocen: Saulo decide aliarse a Jesús y de esta unión nacería uno de los movimientos religiosos y sociales más grandes de la historia de la humanidad: El cristianismo que no es, como sostienen muchos, incluso quien esto escribe, una parte del judaísmo. Pero la cuestión esencial en esta historia es la frase pronunciada por Jesús: “Duro es dar coces contra el aguijón”. ¿Qué quiso decir con esto? La interpretación es clara y palabras más o palabras menos significa lo siguiente: “Inútilmente tratas de impedir lo que de una u otra forma sobrevendrá”. “En vano te esfuerzas por obstaculizar el crecimiento de mi iglesia”. “Para perderte trabajas, porque al fin yo triunfaré”.

  Estas palabras de Jesús fueron tomadas por muchas culturas que las emplean para hacer comprender a alguien que a veces los esfuerzos que van acompañados de actitudes egoístas y disparatadas son inútiles.

La cuña en Santa Fe

  Con el debido respeto que merecen las figuras evangélicas y aunque tales escenas sublimes jamás podrán compararse con las trivialidades políticas, se nos permitirá que hayamos elegido la frase de la coz y el aguijón para referirnos a algunos aspectos de la vida política estrictamente santafesina y puntualmente justicialista. Como se sabe, apenas terminado el último acto eleccionario, el kirchnerismo (no obstante haber perdido en la provincia de Santa Fe, aun cuando el propio presidente y su esposa pusieron hasta su misma presencia) se abocó a la tarea de crear una institución política, una corriente interna, con el propósito no sólo de tener presencia, sino de neutralizar o al menos morigerar los efectos de la fuerza reutemista con el propósito sino de ganar la candidatura para gobernador, al menos tener la posibilidad de negociar cargos respetables. Como se ve,la función de gobierno en este país comprende, fundamentalmente, la función de campaña.

  Pero al mismo tiempo que la “onda K” establecía, pensada y premeditadamente, las bases para una corriente política, espontáneamente, sin muchos planes ni alharacas, la “ola R” y no R (pero amiga) fue dando y sigue dando avisos de que está viva y coleando y que quienes quieran patear el aguijón tendrán un duro y vano trabajo.

La ola R. 2007

  El primero en anunciar la estelar presencia de la “ola R. 2007” fue nada menos que el ministro de Gobierno de la provincia, Roberto Rosúa, quien desde el obeidismo dio un mensaje claro y contundente: el peronismo debe encolumnarse detrás de Carlos Reutemann, es decir: hay que formar parte de la ola que se viene. A los pocos días uno de los intendentes de peso del sur provincial, el venadense Roberto Scott, salió a decir que “la gente lo pide al Lole y prueba de ello es que cada vez que recorre la provincia los vecinos se acercan para tocarlo y estar al lado de él”. Del gobernador Jorge Obeid, Scott dijo que “es un gobierno austero y de muchas obras”.

  Por otra parte, hace unas horas atrás el ex vicegobernador de la provincia, Miguel Angel Robles, organizó una reunión de “amigos” en la vecina Villa Constitución, ciudad que se presentó así como una de las primeras en movilizar al peronismo en el sur provincial. Estuvo en el encuentro, en el que participaron representantes de diversas corrientes, el senador provincial Jorge Malugani y otros dirigentes. Y aun cuando en la reunión sólo se trató de dilucidar el protagonismo del justicialismo con miras al 2007, no faltó quien dijera, palabras más palabras menos, que “sin Reutemann, para el peronismo no habrá 2007”.

  También en los últimos días, en diversos departamentos del sur provincial, se realizaron reuniones informales, pero no menos importantes, en las que se habló de la necesidad de trabajar en la próxima campaña a favor de Carlos Reutemann y no faltaron los presidente comunales que pidieron hacer público, a través de la prensa, tales pronunciamientos.

  Paralelamente, en estos días y en algunas ciudades turísticas de las sierras de Córdoba aparecieron afiches de un Reutemann sonriente. Los afiches, obra y gracia de algunos militantes justicialistas que quieren que el senador nacional aparezca en escena, también han proliferado en las últimas horas en Rosario y hasta en algunos autos ya se portan. Subliminalmente, anuncian que el dirigente santafesino no estará ausente en el 2007. Y como si esto fuera poco, se remarca en los mismos el “007” lo que tiene reminiscencias del histórico héroe que con superpoderes salía a luchar contra lo que estaba mal, poniendo las cosas en su lugar.

  ¿Pero cuál será el escenario de la lucha? Ese es también otro enigma. Algunos dirigentes bien informados, por su parte, han hecho saber que los particulares afiches comenzarán a visualizarse en otros lugares turísticos como la Costa atlántica y hasta en Buenos Aires. Cuando se les pregunta si se trata de una operación retorno a la Casa Gris de Santa Fe preguntan perspicaces: “¿Por qué no el arribo a una casa con tonalidad más pastel?”. Todo es posible.

  Enero parece haber sido el renacimiento de la “Ola R. 2007”, una ola que seguramente se hará más más grande a medida que pasen los meses si es que el senador accede a participar en la carrera. Entonces, algunos, como aquel Saulo desconcertado, tal vez deban reconocer que también en política es duro dar coces contra el aguijón.
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