Las fuentes de financiación del grupo integrista

Hamas ha hecho su capital político con una combinación aparentemente antinómica de terrorismo y asistencia social. Pero ¿de dónde surge el dinero para manejar este enorme aparato militar y clientelar?

La respuesta hay que buscarla en las asociaciones de "caridad" islámicas de los países árabes y en varios de sus gobiernos, así como en el régimen integrista islámico de Irán. Aunque de hecho el régimen iraní apuesta menos dinero del que se cree a Hamas que el que da a la pequeña Yihad Islámica. Según diversas fuentes ligadas a los servicios de inteligencia occidentales, Teherán aportaría unos tres millones de dólares anuales a las arcas de Hamas.

Es una cifra importante, pero insuficiente. Las fuentes principales serían las que residen en la ribera árabe del Golfo. Luego de las presiones estadounidenses, el establishment de Arabia Saudita habría reducido el ritmo de sus contribuciones, que de todas formas se contarían en decenas de millones de dólares anuales, siempre a través del mecanismo de las asociaciones privadas y de caridad.

Otra fuente de recursos proviene, sorprendentemente, de Europa: en las mezquitas y "centros culturales" islámicos, que en el Viejo Continente se cuentan por miles, se recauda dinero que va directa o indirectamente a Hamas. El monto es difícil de calcular, pero también estaría en el orden de decenas de millones de euros, si se tiene en cuenta que solamente en Francia residen unos 5 millones de musulmanes. En resumen, Hamas recibiría entre 70 y 40 millones de dólares, según las estimaciones y según el año que se tome en consideración.